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Estudio reveló el escaso número de palabras que utilizan jóvenes chilenos

Esto, afirman expertos,  no solo limita la expresión verbal, sino que también la comprensión. Asimismo se cuestiona el uso reiterado de garabatos y el empobrecimiento del lenguaje, incluso en las mujeres.

Cuatrocientas son las palabras promedio que utilizan los jóvenes chilenos para comunicarse mediante el lenguaje verbal, una baja cifra, considerando que no supera el promedio latinoamericano. Lo mismo acurre con los niños de nuestro país, ya que, de acuerdo a cifras de la UNESCO, los estudiantes de tercer año básico utilizan 35,7 palabras, mientras que el promedio de los países del los hemisferios centro sur del continente, son 36,5 palabras.

Las palabras son importantes, pues ellas son el signo característico de los humanos, es aquello que nos define como animales racionales, puesto que permiten la comunicación mediante el lenguaje, es decir, son la base del pensamiento lógico.

No obstante, pese a su importancia en la comunicación interpersonal, en la adquisición de conocimientos y en los procesos educativos, los niños, jóvenes y adultos de nuestro país utilizan un número deficiente de palabras, lo que no solo limita la expresión verbal, sino que también la comprensión.

La profesora de Lenguaje y Comunicación Mónica Zurita, explica que, “nosotros los chilenos vivimos en un ritmo de vida que es muy acelerado. Esto tiene un impacto a la hora de expresarnos frente a diversas situaciones en el diario vivir. El lenguaje de por si tiene una característica que radica en la economía de éste, es decir, que para seguir funcionando de forma acelerada se agiliza la comunicación en el cotidiano utilizando pocas palabras”.

Asimismo, atribuyó como causa, el cómo se presenta el aprendizaje del lenguaje verbal en las escuelas, ya que “si bien el currículum en el sector del lenguaje incluye potenciar el vocabulario, las actividades apuntan a percibir el lenguaje de manera instrumental para manifestarse en un empleo, o para responder evaluaciones. Entonces no se percibe en otros campos como el uso argumentativo o artístico. Fácil prueba de esto es prender la televisión en cualquier canal o a la hora de preguntarle a la gente cual es su opinión frente a un tema, a lo cual se responde con monosílabos”.

Finalmente, la docente manifestó que para cambiar esta situación “es necesario que desde pequeños los chicos tengan más posibilidades en el manejo de un universo verbal, desde el acceso a la lectura y el desarrollo de la escritura -poniendo hincapié en la escritura- ya que por medio de ésta los chicos pueden ir desarrollando el pensamiento”, enfatizó la profesional.

 Los garabatos y el empobrecimiento del lenguaje 

«El lenguaje se adquiere por socialización y si nos formamos en un espacio donde se habla garabatos los adquirimos y los modificamos», señaló la socióloga Marcela Muñoz, quien manifestó lo gravísimo que resulta el uso de ellos, ya que  uno piensa como habla y con el uso de garabatos no se establece ninguna relación y por ende, las habilidades cognitivas se ven afectadas».

Con respecto al uso de garabatos en mujeres, la especialista señaló «no es más grave a que lo haga un hombre, aunque socialmente desde una mirada muy tradicionalista o machista puede considerarse que es más feo».

Ahora bien, es posible cambiar el modo en que se está hablando, siempre y cuando los colegios asuman el rol y los adultos también tomen conciencia de esa responsabilidad social.

 

 

OvalleHoy.cl