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Familias de pacientes electrodependientes viven con temor por el robo de cables eléctricos

Este delito genera graves consecuencias para quienes deben estar conectados a un equipo para mantener su vida. La invitación es a que la comunidad pueda denunciar estos hechos para contribuir a su investigación.

“Mi hijo se pone muy nervioso con el robo de cables, porque él depende de su máquina y sin electricidad no puede hacer nada”, señala madre de paciente electrodependiente.

La electricidad es parte de la vida cotidiana de muchas personas, ya que la luz es lo último que apagamos antes de acostarnos y es lo primero que encendemos al levantarnos. Un corte de energía sin duda no es agradable para nadie, pues hoy en día genera una gran complicación para desarrollar las tareas diarias. Sin embargo, cuando la falta de electricidad es prolongada, para algunas personas esto se transforma más que en una complicación y pasa a ser un problema de salud grave, incluso vital.

Bien lo sabe Diego (su nombre ha sido modificado por razones de seguridad) que forma parte de AVNIA, un programa del Ministerio de Salud que entrega Asistencia Ventilatoria No Invasiva a pacientes Adultos en su propio domicilio, a través de un equipo que debe estar siempre conectado a la corriente eléctrica. De esta forma, pacientes oxígeno dependientes, como él, pueden recibir su tratamiento en el hogar, sin la necesidad de ser hospitalizados.

Lamentablemente, esta posibilidad que mejora enormemente la calidad de vida de Diego, muchas veces se ve interrumpida por el robo de cables. Un delito cada día más frecuente en nuestra región que ocasiona cortes de luz e interrumpe el trabajo de su BiPAP, un dispositivo que utiliza para poder respirar, situación que no solo le genera preocupación a él, sino que a toda su familia. Ellos, al igual que Diego, han pedido no ser identificados con sus verdaderos nombres en esta nota, por el temor que sienten a posibles represalias.

“A nosotros acá nos han afectado mucho los cortes de luz. Uno pasó en la noche, estábamos viendo tele, cuando se empezó a cortar y claro, se habían robado unos cables. Estuvimos desde las 12 hasta como las 6 de la mañana esperando que llegara la luz. Menos mal que el equipo que tiene Diego dura como 3 horas, más o menos, pero igual sacamos la batería del auto, por si se le acababa”, explica Berta, mamá de Diego. 

Para ellos, el robo de cables es un problema que repercute en todo el entorno familiar, ya que les genera una enorme incertidumbre que se acrecienta con el transcurso de las horas que pasan sin electricidad.

“Nos afecta mucho. Diego se pone muy nervioso y yo también, porque él depende de su máquina y sin electricidad, no puede hacer nada, porque la batería dura muy poquito. Es lamentable lo que están haciendo, nos hace mucho daño”, añade.

Paulina Fleite, referente de Salud Respiratoria del Servicio de Salud Coquimbo, explica que el robo de cables para los usuarios del programa AVNIA influye negativamente en su calidad de vida, ya que “no pueden recibir el tratamiento de ventilación mecánica u oxigenoterapia, debido a la falta de continuidad del suministro o muchas veces, porque no tienen la posibilidad de financiar el costo en combustible que significa utilizar un generador; lo que implica riesgo de deterioro grave de su patología de base, hospitalizaciones frecuentes o incluso, la muerte. Todo lo anterior, afecta directamente en su calidad de vida y también genera un estrés en ellos y familiares, ya que no cuentan con la tranquilidad de que podrán recibir el tratamiento en los tiempos y calidad indicados por su médico tratante”.

Cuando ocurren estos casos, la referente señala que, como Servicio de Salud Coquimbo, realizan un acompañamiento a las familias, articulando este trabajo con la Compañía General de Electricidad (CGE). “Notificamos los casos de extrema ruralidad, distancia o posibilidades de cortes frecuentes, para coordinar acciones que permitan dar continuidad de los servicios, a través de los encargados de las Salas Respiratorias de los Centros de Salud Familiar o encargados de Programas Oxígeno Ambulatorios de cada hospital de la región”, detalla.

Llamado a denunciar el robo de cables

El robo de cables es un delito que genera graves consecuencias para quienes deben estar conectados a un equipo para mantener su vida. Por eso, desde CGE, la invitación es a que la comunidad pueda denunciar estos hechos para contribuir a su investigación.

“Este tipo de delito no sólo afecta a las instalaciones de distribución de energía, sino que también tiene lamentables consecuencias para la calidad de vida de las personas. Aquí, precisamente, se encuentran clientes críticos, como los electrodependientes, que son más de 400 en la región y requieren de una conexión eléctrica segura, continua y de calidad para poder vivir. Por lo mismo, hacemos un llamado a la comunidad a denunciar cualquier atentado o intervención no autorizada en las redes eléctricas para tomar las acciones legales correspondientes”, manifestó Óscar Jerez, Gerente Zonal de CGE.

Además, destacó que mantienen vigente una Mesa de Robo de Cables, que contribuye a aportar nuevos antecedentes para robustecer la labor investigativa. “Existe la experiencia de la comuna de La Higuera donde el trabajo conjunto permitió detener a dos personas que participaron en robos de conductor. Por ello, confiamos en que dichos esfuerzos nos permitirán desarticular a las bandas que delinquen en la región”, cerró.

OvalleHoy.cl