Está acabando éste año 2018 y existen muchas incertidumbres respecto a cómo “viene” el año 2019 y en general los pronósticos que hacen los expertos en las diferentes materias que nos interesan como son la economía e inversión, el empleo, la seguridad ciudadana, el acceso a la salud, se ve prometedor.
Éstos dicen que será un buen año, pero que lamentablemente, no se verá reflejado en la percepción de las personas, porque casi como algo característicos de los chilenos, se nos tilda como pesimistas. Si no es cosa de recordar lo que dijo en su momento el Presidente del Banco Central, don Roberto Zahlaer, de que somos algo así como “maníacos depresivos, que pasamos muy rápidamente de ser los jaguares de Latinoamérica a gatos de chalé”, todo esto a raíz de que el crecimiento económico chileno se ajustó en el 2019 de 4.0% a 3.8% y porque el desempleo no ha bajado de la manera que a todos nos gustaría que fuese, que es de manera rápida y contundente.
Al parecer a la ciudadanía pareciera olvidárseles que el Gobierno asumió un país en condiciones lamentables y las primeras acciones que se debieron tomar, con sentido de suma urgencia fueron, el reactivar la economía y enmendar el camino errado por el cual nos estaban conduciendo las reformar todo esto en miras de avanzar hacia un desarrollo integral y no perecedero, que éste tuviera sustentabilidad en el tiempo.
Sin ir más lejos en el ámbito laboral, la tarea ha sido dura, pues al parecer las tres Ministras del Trabajo que tuvo la administración Bachelet, sólo se enfocaron en sacar adelante una reforma que en nada ayudaba a los trabajadores, sino por el contrario, pues era una reforma improvisada, anacrónica y perjudicial para los trabajadores, puesto que en vez de armonizar e incentivar la distribución eficiente y equitativa de los flujos entre empresarios y trabajadores, no hacía otra cosa que tensionar las relaciones y otorgarle un poder desmesurado y risible a los sindicatos.
Es cosa de apreciar, como la administración anterior, no estaba en “sintonía” con las verdaderas necesidades de las personas y pues mientras tramitaba sus reformas improvisadas son y fueron la Reforma Tributaria o la Laboral, en nuestra Región se perdían miles de empleos y sus habitantes para lidiar y sobrellevar de mejor manera ésta cesantía comenzaron a auto gestionar su propia fuente laboral, creando trabajos por su cuenta, llegando a crearse en nuestra Región más de 11 mil empleos el año 2017.
Durante la administración anterior no se crearon las instancias para la creación de empleo y de capacitación, pero hoy eso está siendo revertido por el actual equipo del Presidente Piñera, al presentar los proyectos de Sala Cuna Universal de Mujeres Trabajadoras, el cual contempla que más de 200 mil mujeres se incorporen al mundo laboral, el de Trabajo a Distancia, que podría generar 100 mil empleos, según las estimaciones realizadas por los expertos, entre otros.
En términos generales, éste ha sido un buen año para el país, si bien es cierto, no ha sido el mejor, pero en comparación a como lo recibió la actual administración, se podría decir que estamos bien encaminados, pues nuestra economía se está refortaleciendo, los empresarios han vuelto a confiar e invierten, apuestan por proyectos que antes no hubiesen pensado concretar, el índice de victimización ha disminuido, ha mejorado la calidad en el empleo, etc.
Pero como todo buen análisis (por más superficial que se haga), se debe también hablar de las cosas lamentables, ya que ésta administración no ha estado exenta de esos sucesos, que si bien fueron hechos aislados, lamentables por lo demás como el caso de Catrillanca, en donde se vio involucrado de manera indirecta el Poder Ejecutivo, éste se ve empañado, pues la actual oposición no ha hecho más que magnificar muchas de las situaciones que rodean el caso, deseando que el Gobierno fracase, independiente de si el votante que ellos dicen defender y representar sufre en el camino las consecuencias de sus actos.
Susana Verdugo Baraona.