InicioultimasOpinión¡Hombre!... ¿Será para tanto?

¡Hombre!… ¿Será para tanto?

Hay un cuento de animales en el que corren dos caracoles.

Transcurridos varios segundos y como los caracoles aparentemente no se han movido del punto de largada, uno los jueces de partida pregunta si ya están corriendo.

«Pues parece que sí, porque están transpirando», responde el otro.

Esa es precisamente la idea que uno tiene de Ovalle.

¿Progresa? Pues parece que sí, porque harto que transpiramos para conseguir que las cosas se muevan aunque a simple vista no se adviertan los avances.

El problema es que mientras para otras ciudades las cosas aparentemente salen con mayor rapidez y facilidad, en Ovalle nos cuesta un mundo conseguirlas y nuestras autoridades deben golpear mil puertas hasta obtener un resultado positivo.

Si lo llegan a obtener.

¿Cuánto ha costado por ejemplo llamar la atención de las autoridades regionales y nacionales en el proyecto de la Avenida Circunvalación, el proyecto más importante que ha sido formulado en la ciudad en la segunda mitad del presente siglo?. De no haber sido por las decididas declaraciones del diputado Francisco Encina o del alcalde Sergio Peralta sobre la lentitud con que se han estado tramitando las cosas en Serplac IV Región, quizás aún estaría estancado. Aún así, ha sido preciso que viajaran a Santiago las autoridades locales para hablar con el mismo Ministro Ricardo Lagos para ver si se adelanta algo.

¿La pavimentación del camino Ovalle-Quebrada Seca en su tercera etapa? Pues que los agricultores se pongan a la cola y esperen, porque el país tiene otras prioridades. Y eso que en La Torre, Las Sossas, Cerrillos de Tamaya, Santa Cristina, Los Olivos, llevan más de ochenta años esperando.

¿Que se progresa? Igual que en el cuento de los caracoles…se progresa. Pero a fuerza del empuje de los propios habitantes; de los pobladores que semana a semana se ven forzados a hacer «beneficios» para ayudar al financiamiento de obras de adelanto de sus respectivos sectores; de empresarios privados que se atreven a arriesgar su capital en una zona que según Mideplan no es rentable; o del municipio que para satisfacer las necesidades de la comunidad debe restar recursos a otros items del presupuesto comunal. Pero ¿sacarle un cachito a la torta nacional?…¡Puchas que cuesta!. Hay que viajar cien veces a La Serena, a Santiago, golpear mil puertas, hacer diez mil genuflexiones…

Esto me recuerda otro cuento.

El del Ministro que para financiar el presupuesto de su cartera fue a golpear la puerta del Banco Mundial en Washington. Como llovía a cántaros, para no mojarse en el trayecto del hotel al automóvil, se arremangó el botapié de los pantalones. Después preocupado de la delicada misión que tenía por delante, se olvidó de ello.

Fue el chofer el que, al bajarse la autoridad del auto para entrar al edificio del Banco, advirtió la situación, y le gritó desde lejos:

– «Ministro… no se olvide de bajarse los pantalones!».

Entonces el Ministro se vuelve y pregunta confuso:

— ¡Hombre…¿será para tanto?.-

Mario Banic Illanes
Escritor

(Del libro “Pongámonos Serios I”)

Este artículo lo escribí en 1995 para diario El Día en un momento de inquietud por la lentitud con la que se tramitaban los proyectos para Ovalle, si se comparaba con lo que ocurría con La Serena y Coquimbo. Situación que hoy , veinte años más tarde, tiene plena actualidad, con proyectos que para desaliento de los ovallinos, se prolongan en el tiempo : Estadio, nuevo Hospital, doble ruta D- 43 , etc.

Los proyectos y las autoridades son distintos, pero la situación es similar.

OvalleHoy.cl