Este es un momento muy hermoso, alegre y emotivo en que nos hemos reunido como familia para homenajear a una mujer maravillosa y sencilla, sus 99 años bendecidos por la mano de Dios.
Señor, le diste un nombre: Emita, y es la niña de tus ojos, en todos estos años vividos se ha visto reflejada en ella tu luz.
Ella ha sabido de sufrimientos y dulzura, su amor entrañable por Guayacán que la vio crecer, pero también un gran dolor en su corazón por la pérdida de su madre siendo muy joven y en una mujer fuerte se convirtió siendo para sus hermanos madre, confidente y amiga y se dedicó a ellos con abnegación.
Al casarte con nuestro padre hiciste de tu hogar un castillo de amor, siete hijos sacaron de tus entrañas, a Oscar como un hijo más adoptaste y con sensibilidad de madre nos criaste.
Como no recordar nuestros juegos, estudios y enfermedades y allí estabas tu desvelándote.
Miro hacia atrás y digo gracias mamá, porque en la inocencia de nuestras miradas tú te reflejabas en ella con amor infinito.
Añoramos ese tiempo ido con recuerdos de infancia y juventud muy lindos.
Miramos el presente y en adultos nos convertimos, tú caminado hacia la ancianidad y tus hijos en padre y madre se han convertido llevándote de la mano, cuidándote como tú nos cuidabas antaño.
Madre toma el bastón, no te caigas, porque de tus desvelos y enfermedades cuidamos tus hijos.
¡Que bello ciclo del amor que Dios nos ha regalado de estar todos juntos con alegría y decir gracias mamá por todo el amor entregado, que vivas muchos años más rodeada del cariño de hermanos, hijos, nietos, bisnietos, familiares y amistades.
¡Te queremos mucho mamá!
Tus Hijos