Desconocemos cuantas hectáreas de bosques y pastizales han sido consumidas por el fuego en las últimas semanas en los alrededores de Ovalle. Siniestros en el bosque de La Chimba, en la quebrada El Ingenio, en Potrerillos Bajos, en Huallillinga y en el pueblo de Limarí. ¿Cuántas hectáreas? Sin sumar la destrucción de dos viviendas e igual número de vehículos particulares.
El Problema mayor sin embargo es que las lluvias de la temporada invernal, aunque no abundantes, fueron suficientes para rodear a la ciudad de miles de hectáreas de pastizales que en las últimas semanas se han secado con las altísimas temperaturas de este extraño inicio de primavera. Es así que Ovalle está rodeado prácticamente de un cinturón de yesca que, a la menor chispa, amenaza con afectar en cualquier momento a la propiedad y a las vidas de las personas.
Los únicos que en estos momentos parecen interponerse ante este peligro latente es un grupo reducido de voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Ovalle, apoyados por carros que están más preparados para enfrentar siniestros en sectores urbanos y no en terrenos rurales, con lechos de ríos, quebradas, laderas de cerros, etc, ; y que cada vez que salen a hacerlo regresan a sus cuarteles con pérdidas no menores: mangueras deterioradas, carros con problemas mecánicos, combustible gastado y voluntarios exhaustos, los que de manera reiterada (habitualmente los mismos) deben abandonar varias veces al día sus hogares y lugares de trabajo para concurrir al llamado de alerta.
En Chile la principal responsabilidad en lo que se refiere al control y extinción de incendios forestales corresponde a la Corporación Nacional Forestal, y sólo si el fuego amenaza a viviendas, u otras estructuras, y la vida de personas, suele intervenir el Cuerpo de Bomberos.
El problema de Ovalle es que la brigada forestal más cercana se encuentra a más de cien kilómetros de distancia, en La Serena, de manera que el tiempo de respuesta es lento: alrededor de una hora u hora y media desde que la alerta ha sido emitida. El tiempo suficiente para que el fuego se incremente y descontrole si no hay una intervención oportuna y eficaz.
En el año 2014 se generó una situación similar a la de la actualidad , con gran cantidad de siniestros de pastizales lo que encendió la polémica de quien es la competencia en estos casos. En esa ocasión la Directora Regional de CONAF, Liliana Yáñez Portilla anunció que se adelantaría la operación de combate de incendios forestales con respecto a años anteriores, con la instalación de una brigada de 11 personas en Ovalle y otra de 8 en el parque Fray Jorge. La instalación de estas brigadas fue fijada entonces para el 17 de noviembre.
Atendiendo la situación de esta temporada, lo razonable es que ahora sea adoptada una medida similar y que tengamos en Ovalle una brigada forestal cuanto antes, preparada para cualquier emergencia, y evitar que el Cuerpo de Bomberos de Ovalle y vecinos continúen desgastándose en concurrir a estos siniestros y evitar que siga incrementándose la cantidad de hectáreas destruidas, casas consumidas, o llegar a amenazar incluso la vida humana.