A raíz de la creciente crisis por el agua que vive el país, la bancada del Partido Comunista de Chile y la Izquierda Ciudadana, presentó un proyecto de acuerdo que busca someter a tramitación una normativa que obligue y fomente la incorporación del uso de agua desalinizada de manera sustentable.
Dicha normativa se aplicaría a todas aquellas mineras cuya extracción de agua supere los 200 litros por segundo, con la finalidad de eliminar progresivamente el uso de afluentes subterráneos y superficiales por parte de las empresas mineras, y garantizar de esta forma el uso del agua para el consumo humano, la pequeña agricultura y la mantención del caudal ecológico.
El jefe de la bancada PC-IC, diputado Daniel Núñez, señaló en ese sentido que “a raíz de los conflictos ambientales que tenemos en Chile, particularmente como lo que ha ocurrido en la Región de Coquimbo, buscamos a través de este Proyecto de Acuerdo, que la gran minería del cobre y la minería en general, utilice agua de mar en sus procesos productivos y deje el agua dulce o continental, libre para el uso humano y la actividad agrícola”.
Para el diputado por las comunas de Coquimbo, Ovalle y Río Hurtado, hoy existe una “sequía que es estructural, hay una gran escasez de agua, y las empresas mineras tienen la capacidad económica de poder hacer estas inversiones y esto iría en directo beneficio de las comunidad que viven en su entorno, especialmente en aquellas de la Región de Valparaíso hacia el norte”.
Núñez agregó que “esperamos que tenga una muy buena acogida y ojala se transforme en un proyecto de ley. Actualmente existen proyectos en el parlamento, pero pensamos que se deben poner mayor urgencia y avanzar en esta dirección, por lo que esperamos la unanimidad en este Proyecto de Acuerdo que hemos presentado”.
El diputado comentó además que los procesos de desalinización pueden y deben desarrollarse de manera sustentable, para que no afecte la realización de las otras actividades productivas de la zona, tales como la pesca artesanal y el turismo.
“Una vez que ser vayan implementando procesos de desalinización, se debe tener presente las necesidades de las comunidades y buscar un abanico de posibilidades que permitan también mantener las actividades económicas de las comunidades”, concluyó el diputado y jefe de la bancada PC-IC, Daniel Núñez.
PROYECTO DE ACUERDO
El texto del proyecto es el siguiente:
Considerando:
1.- Que el agua es un elemento imprescindible para el desarrollo de la vida en nuestro planeta, en tanto que del 100% del agua que ocupa la superficie de nuestro planeta sólo un 3% se constituye como aguas dulces.
2.- Que en nuestro país estamos asistiendo a un creciente escenario de escasez hídrica como consecuencia del Cambio Climático, escasez que se acentúa aún más por los usos mineros e industriales del agua, los cuales causan la contaminación de los cauces producto del relave y la sobre-explotación de las cuencas producto de su sobre-otorgamiento.
3.- Que, según un estudio de la Comisión de Chilena del cobre (COCHILCO) del año 2012, la gran minería utilizó 9190 litros por segundo en relaves y 1348 litros por segundo en hidrometalurgia y que el mayor consumo de esta proporción se da en las regiones que poseen menor disponibilidad de agua, de hecho a nivel porcentual, del 100% de las aguas usadas para fines mineros “la II Región de Antofagasta extrae un 40% del agua fresca para la minería del cobre, seguida por la VI Región de O´Higgins y la III Región de Atacama que alcanzan un 13% del total de agua fresca extraída. Luego viene la I Región de Tarapacá con el 11%, la V Región de Valparaíso con el 9% y la IV Región de Coquimbo con el 8%”. (COCHILCO, 2012).
4.- Que así mismo COCHILCO proyecta que este problema lejos de moderarse se irá agudizando, así para el 2025 el consumo total de agua aumentará en un 66% respecto al 2014 llegando a los 26,6 m3 por segundo (26.600 L/seg.).
5.- Que esta contradicción de sobre-uso y sobre-otorgamiento del agua en las regiones con menor disponibilidad de la misma evidencia que la actual política de usos de agua en base exclusivamente a criterios de mercado es una política irracional y disfuncional al aseguramiento de la disponibilidad del agua para el consumo humano, la pequeña producción agrícola y el caudal ecológicos, constituyendo estos últimos la base fundamental de la actual Reforma al Código de Aguas, que pretende consignarlos como usos prioritarios del agua.
6.- Que por su parte la minería constituye la principal actividad productiva del país y que por lo tanto, es necesario compatibilizar el desarrollo minero con consumo humano, el desarrollo de la pequeña agricultura y la sustentabilidad de acuíferos y cuencas.
7.- Que en la comuna de Salamanca existen alrededor de 40 localidades, dedicadas a la agricultura, que ven afectada su labor y forma de vida, ya que Minera Los Pelambres utiliza en sus procesos agua dulce del Río Choapa. Esta situación se ve sumamente agravada producto de la prolongada escasez hídrica.
8.- Que desde Octubre existe un fallo de la Corte Suprema que ordena el aseguramiento del escurrimiento natural del estero “Pupío” a la comunidad de Caimanes y que el juzgado de letras de Los Vilos ordenó la demolición total o parcial de contención del tranque de relaves “El Mauro”.
9.- Que los procesos de desalinización pueden desarrollarse de manera sustentable y compatible con otras actividades productivas, como por ejemplo la pesca artesanal o el turismo, tratando y/o dando usos productivos a la salmuera que allí se generan.
En razón de lo anteriormente expuesto y en conformidad del artículo 52 numeral 1, inciso primero, letra a, de la Constitución política de la República los diputados y diputadas abajo firmantes venimos a proponer el siguiente:
PROYECTO DE ACUERDO.
Solicita a S.E. de la República someter a tramitación una normativa que obligue y fomente la incorporación del uso de agua desalinizada de manera sustentable a aquellas mineras cuya extracción de agua exceda los 200 L/seg., que apunte a la progresiva eliminación del uso de las mineras de afluentes subterráneos y superficiales garantizando así la primacía del uso del agua dulce para el consumo humano, la pequeña agricultura y la mantención del caudal ecológico.