La iniciativa se encuentra en su segundo año de ejecución y está focalizada en las comunas de Canela, Combarbalá, Monte Patria y Punitaqui.
Impulsar la cadena de valor del sector caprino es el principal objetivo del Programa Transforma Caprino, el cual es ejecutado por Corfo y financiado por el Gobierno Regional, a través del Programa de Gestión Territorial para Zonas Rezagadas. Durante este segundo año de ejecución, el organismo se ha encargado de apoyar a los productores y crianceros caprinos de la Región de Coquimbo, tanto en sus procesos de fabricación como en la comercialización de sus productos y la agregación de valor.
Al respecto, Andrés Zurita, director de Corfo Coquimbo, indicó que «a través de la implementación del programa Transforma Caprino, se ha podido avanzar en aspectos claves para reposicionar esta actividad ancestral, lo cual ha sipo posible gracias al esfuerzo colaborativo y asociativo de diversos actores de las provincias de Limarí y Choapa, posibilitando la diversificación productiva, la creación de nuevos productos y sabores originales, los que por un lado han consolidado el posicionamiento identitario de la actividad, y por otro han abierto nuevos mercados, permitiendo asimismo enriquecer la tradición gastronómica regional».
La gerente del programa, Ingrid Haselbauer, proyectó que durante el año esperan seguir trabajando en la inocuidad de los procesos y productos caprinos como tarea prioritaria. De aquí se desprenden dos líneas de trabajo fundamentales. La primera está relacionada con las resoluciones sanitarias de los productores, las cuales otorgarán seguridad al producto final, en cuanto a la infraestructura y a los procesos con que fueren elaborados.
Por otra parte, la profesional explicó que se lograron apalancar los recursos necesarios, a través de un Programa de Difusión Tecnológica (PDT) de Corfo, para desarrollar un pilotaje de control de calidad para las materias primas que debería derivar en un sistema establecido y continuo de control para la Región de Coquimbo.
A propósito dijo que «hoy contamos con alrededor de trece empresarios con sus resoluciones al día, lo cual nos tiene muy contentos pero a la vez nos pone sobre la mesa un tremendo desafío de continuar formalizando esta hermosa y tradicional actividad».
Además, añadió que «dentro de las tareas pendientes del sector estaba el control de calidad de las materias primas y como programa logramos desarrollar este proyecto, el cual fue adjudicado por la Universidad de Chile. En otras regiones con actividad lechera o de cárnicos existían métodos de control de calidad y acá no disponíamos de ninguno y hoy estamos ad portas de consolidarlo, lo que nos tiene muy contentos».
En términos de infraestructura, Catahueche, productores de Canela asociados al programa, lograron adjudicarse los fondos para la construcción de su propia planta faenadora, con cámaras frigoríficas que permitirán el almacenamiento y mantención de productos en frío. Una anhelada solución al problema de externalizar esta etapa del proceso, que actualmente se llevaba a cabo en Illapel y que generaba un importante aumento en los costos de producción.
Daniel Contreras, director de la fábrica de carne Catahueche, explicó que «este es un paso muy importante, ya que nos permitirá seguir escalando el potencial productivo de nuestra fábrica. Sin embargo, es importante mencionar que servirá para disminuir costos y facilitar el trabajo de otros productores de la comuna, que, al igual que nosotros, deben externalizar este requerimiento. Tenemos muy presentes el desarrollo de nuestra comunidad en su integridad y la eficiencia hídrica, por lo que estamos muy entusiasmados».
Diversificación
Sin embargo, ante la necesidad de abrir las líneas de negocios de los productores caprinos, el turismo se ha abierto paso como una de las actividades con mayor potencial en la región. Es por esto que el programa se encuentra desarrollando la Academia de Anfitriones Turísticos Caprinos, impartida por la empresa regional Touristed, que busca guiar y asesorar a los capricultores en el diseño de una experiencia turística en torno a la vida en el campo, la crianza de animales, la producción de quesos, etc.
Para llevar a cabo estas acciones, es necesario vincular a numerosas instituciones colaboradoras. En este sentido, la solidez de su gobernanza ha significado un gran facilitador para el equipo del programa, quienes han unificado los esfuerzos en pos del desarrollo caprino. Instituciones como el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), ProChile, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), la Universidad de Chile, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), entre muchos otros, son parte de este cuerpo colaborativo.
Al respecto, Rodrigo Gutiérrez, coordinador regional del programa Gestión Territorial de Zonas Rezagadas del Gobierno Regional, argumentó que «este año ha sido de grandes avances en los desafíos que tenemos y este año seguiremos en la línea hasta consolidar completamente el rubro. Hasta el momento la evaluación es tremendamente positiva, es una herramienta potente para los productores, sobre todo por su gobernanza, que es bastante sólida e involucra tanto a actores públicos como privados».
Finalmente, la asociatividad representa una tarea que ha logrado avanzar a través de la consolidación de la Asociación Gremial de Capricultores de Coquimbo (AGCC), la cual agrupa a un importante número de productores localizados en distintas partes de la región.
Si bien la acción del programa se focaliza en las comunas anteriormente mencionadas, existen numerosas actividades que son abiertas para todos aquellos crianceros y productores que quieran ser parte de esta iniciativa. Para más información sobre el programa, es posible visitar sus redes sociales, en Facebook, Instagram y Twitter.