Bajo el lema “Jóvenes, caminando hacia la Misericordia del Padre” fueron convocados los grupos juveniles de la Arquidiócesis de La Serena
Cientos fueron los jóvenes que llegaron la mañana del sábado 12 de noviembre hasta el Colegio “La Providencia” de Ovalle, con motivo de vivir el XXXIII Encuentro con el Pastor, jornada organizada por la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil y que convoca a todas las agrupaciones juveniles católicas de las provincias Elqui y Limarí.
Y fue junto a la banda “Pala Roca”, proveniente de la diócesis de Valparaíso, que se dio la bienvenida a los participantes. “Como cada año nos reunimos en torno a nuestro Eterno Sumo Pastor, Jesucristo, con la compañía del Arzobispo. Los jóvenes viven este encuentro donde hay momentos de diálogo, de compartir en el marco del Año de la Misericordia”, indicó el P. Ariel Robledo, Asesor Arquidiocesano de Pastoral Juvenil.
El segundo momento que se vivió fue la celebración de la Eucaristía, en la que jóvenes, sus coordinadores y sacerdotes, compartieron con el Pastor Arquidiocesano, Mons. René Rebolledo, quien manifestó su alegría por este “hermoso encuentro en la que los jóvenes acogen la invitación que les hace Cristo, para vivir con Él una jornada de cercanía, de acercamiento con el Buen Pastor”.
Peregrinos de misericordia
Cercano al mediodía, los jóvenes emprendieron rumbo hasta el Santuario “El Niño Dios” de Sotaquí, distante a 11 kilómetros de la capital limarina. Esta peregrinación se vivió con el espíritu del Año de la Misericordia, cuyas estaciones, al igual que los signos presentados ante el Altar en la Eucaristía, estuvieron marcadas por las Obras Corporales y Espirituales de la Misericordia.
Dilbert Aguirre, coordinador de la Pastoral Juvenil de la parroquia “San Pedro” de Coquimbo señaló que “en esta oportunidad los jóvenes venimos con mucha motivación, con ansias de peregrinar, vivir las obras de misericordia y conocer a Jesús el verdadero Pastor”.
Al llegar al pueblo de Sotaquí, tuvo lugar un momento de compartir fraterno, en el cual interactuaron entre las diversas pastorales y dieron testimonio de su fe mediante cantos, dinámicas, las que finalizaron con la bendición y envío, en el cual se comprometieron a ser Misioneros de Misericordia.