Como es mi costumbre inveterada, cuando estoy lejos de la patria chica, una de mis primeras actividades consiste en leer Ovallehoy, así me siento plenamente integrado a mi querida cuidad, Ovalle. En esta ocasión cumplido el ritual ,saltaron a mis ojos los lácteos pechos de una blonda y hermosa mujer, al parecer rucia legítima, que durante algunos años llenaba las páginas de la farándula criolla, en especial por sus apasionados romances con los peloteros. No podía existir mejor elección que cerrar tan magno acontecimiento, la fiesta de la vendimia.
No puedo negar que Punitaqui está muy presente en mi vida, allí están parte de mis raíces y, esa relación no solo está impregnada por los arrollados de chancho tradición que antaño impuso el rucio Hernández en el otrora famoso Hotel Buenos Aires y, que posteriormente continuó el Guatón Segundo que canasteaba tan apetitosos conduminios por Ovalle: fragantes, tersos, olorosos a ajíes y a cominos de Canela de Mincha , tradición que mantiene viva la muy famosa chanchería “ El Pobre Flaco”.
Mi relación con Punitaqui es más sólida, púes tuve la oportunidad, recién egresado de la universidad, de formar parte del Proyecto número 43 de Naciones Unidas “Plan Punitaqui” el único conocido en el país en donde se trataba el desarrollo en una comunidad rural, en forma integral.
Pablo Neruda inmortalizó a Punitaqui con su hermoso poema las Flores de Punitaqui”, inserto en el Canto General e hizo que esta ciudad fuese conocida en el mundo entero. No podemos dejar de mencionar a Luis Alberto Maturana,( Tito Maturana) que escribió unos conmovedores poemas inspirados en su pueblo natal, con los cuales ganó un concurso de poesía compitiendo con ilustres vates nacionales.
¿Y eso que tiene que ver con la cultura?
En una acepción más amplia del término, encaja perfectamente con el evento tan profusamente divulgado, el del sábado 18 de este mes. Algunos le llaman Cultura Popular, que por esos pagos se extendió en el gobierno de ilustres ciudadanos que ocuparon el sillón edilicio .No puedo olvidarme del glorioso record de haber entrado en la guía de Guinnes “La longaniza más grande del mundo”. O de la presencia de los Tachuelas, artistas circenses hijo ilustre de la comuna, o tal vez de la Rancherita de Huampilla,o quizás de los Chacareros de Lilipampa, quienes dejaron una impronta imborrable en la región.
Kenita inaugura la “Cultura del Caño”, la que sin dudas marcará una antes y un después entre los punitaquinos . Primero Neruda. Ahora Kenita. Como estoy lejos de la zona no podré presenciar en directo el Show, pero me imagino que la diva ingresará al escenario, en silla de ruedas, con su pierna enyesada, para luego continuar con su performance moviendo sus caderas y glúteos a un público efervescente, especialmente el masculino.
Felicitamos a las autoridades comunales por dar a la “gente” tan digno espectáculo. Lamentamos eso sí, que en esa comuna no se dé la opción de que los escritores locales puedan presentar su trabajo, más aun, cuando nos enteramos que la Autoridad en Sesión Oficial de su Consejo habría manifestado que no” gastaba plata en wueás”, los libros.
Próximamente las autoridades comunales serán evaluadas por sus mandatarios. Algunos pasarán la prueba y serán reelectos. Otros volverán a “lo que te criaste”: Algunos de profe en las aulas, otros a pastorear las cabras. No faltará el medico que deberá a ponerse el delantal. O el abogado a releer los códigos.
Ya no basta con dar Pan y Circo al pueblo.
La gente hoy día exige más…mucho más.
Iván Ramírez Araya