No es un misterio que las abejas son una parte importante en la preservación de la vida silvestre, cumpliendo un rol esencial en lo que es la polinización natural de los cultivos frutícolas .
Y también conocidas las amenazas que las acechan, sean naturales como la Varroa, el ácaro parásito que diezma las colmenas; la presencia de depredadoras como las chaquetas amarillas, o artificiales como el uso de insecticidas para controlar enfermedades en cultivos.
Karen López Jaime, propietaria del apiario Campanario, ubicado en el sector Flor del Valle, comuna de Monte Patria nos conversó de estas amenazas, pero también de los proyectos que tiene en su pequeña propiedad de alrededor de media hectárea.
De cómo a inicios de temporada empezó a trabajar con 70 colmenas y ahora estas ya alcanzan las 150, las que le dan alrededor de 15 kilos de miel por cada una. “Solo hay que mantenerlas bien cuidadas y protegidas y ellas hacen solitas su trabajo”, afirma.
La señora Lòpez estuvo ayer en la Plaza de Armas en el marco de una feria de emprendedores mostrando su empresa y constituyó en toda una novedad para los visitantes, en especial para los niños que pudieron conocer con admiración el trabajo de las abejas en una especie de muestrario de cristal. “El nunca había visto antes tantas abejas juntas, es una novedad”, nos dice un padre que visita el puesto con un hijo pequeño.
Y como ella hay decenas de pequeños productores trabajando de manera silenciosa para conservar esta antigua actividad y haciendo un pequeño aporte a la conservación de nuestro medio natural.
¿Abejas? … Ni una menos.
M. B. I.