Días atrás una persona adulto mayor, en las últimas horas de la tarde, en esos momentos en los que la luz natural es baja y la artificial aun no funciona, no calculó bien el paso en un levantamiento de un pastelón de la acera en la población fray Jorge, tropezó cayendo sobre sus manos y rodillas.
El estropicio no fue mucho – lesiones en las palmas de las manos y en las rodillas – pero podría haber sido mayor de no haber reaccionado al afirmarse con las manos por delante.
“No puede ser que estas veredas estén así durante tanto tiempo y nadie hace nada”, reclama una hija del afectado, haciendo un llamado a quien corresponda para que se preocupe del tema.
El problema a menudo se origina por árboles que han crecido desproporcionadamente y sus raíces levantan las aceras. Y en otros casos, porque la acera está mal construida, con los pastelones unos muy cerca del vecino y con los cambios de temperatura, uno de ellos se levanta, etc.
En algunos casos los vecinos o de la misma municipalidad han pintado el borde del pastelón levantado de un llamativo color amarillo para advertir de su presencia. De noche sin embargo la pintura no se ve con claridad.
La dama dice no saber a quién recurrir, si a la Municipalidad o al Serviu. En todo caso sugiere que la Municipalidad haga un catastro en toda la ciudad de pastelones levantados para entregarlos a la entidad que corresponda y que esta a su vez levante un proyecto para conseguir recursos y dar una solución integral al problema.
“Porque este no es solo un problema de este barrio, sino que uno donde vaya hay veredas que están igual o peores que estas”, concluye.
Y lo peor, que afectan principalmente a un segmento etario muy vulnerable como son los ancianos.
Otra acera peligrosa en calle Santiago También en la misma población Fray Jorge.