Señor director:
En su columna de fecha 25 del presente «Juégatela por tiempos mejores», Susana Verdugo, a mi juicio, expresa claramente unos deseos, que me parece compartidos por la gran mayoría de los chilenos, en el sentido que el próximo presidente respete derechos inalienables a toda democracia, tales como la libertad y la vida.
Ante esto me pregunto: ¿Dónde estaba la señora Verdugo entre los años 1973 y 1990, época en la que sí correspondía alzar la voz y exigir el respeto de esos mismos derechos y muchísimos más, conculcados por la dictadura, con el apoyo ideológico de su partido? ¿Dónde hay alguna grabación de audio o columna en las cuales alzó su voz protestando por tantas y tantas violaciones?
En segundo término, en su último párrafo, hace uso de la eterna campaña del terror, como es costumbre en la derecha chilena cuando se encuentra al borde la derrota y pueda verse afectado su bolsillo con reformas como las educacionales, previsionales, salud o pensiones por nombrar algunas (para mayor información véase declaraciones de la «experta en política» Erika Olivera y recientemente, Piñera sobre el tema en cuestión).
Por último, lo más interesante de su diatriba política, es el análisis que efectúa de las elecciones presidenciales recién pasadas, en el cual hace mención solamente a la votación lograda por la centro izquierda y no menciona para nada la de la derecha. Para cualquier observador, medianamente informado, es evidente el incremento en términos electorales, de la votación de la extrema derecha o «pinochetista».