La gran mayoría de los chilenos ve el mes de marzo, como el mes de vuelta a clases y recuerda la nefasta entrada en vigencia de la famosa improvisada Ley de Inclusión escolar que a muchos padres de hace años angustia, pues le quitó el derecho de “escoger” el establecimiento escolar en donde quieren que asistan sus hijos. Pues esto quedó relegado a la decisión de una “tómbola” como si se tratara de un juego de azar el futuro de sus hijos.
Y por más que el actual Gobierno se esfuerce por cambiar ésta situación, la actual oposición, anterior Gobierno que creó e implementó esto; se niega de manera tozuda de enmendar el grave error y desacierto que ocasionaron en la educación, pues con el afán de eliminar el lucro, la selección y el copago en la educación particular subvencionada, le cortaron las alas y los sueños a las familias de clase media que eran las principales usuarias de éste sistema.
Ésta reforma, no vino a mejorar la calidad de la educación; sino muy por el contrario, sólo vino a dañarla, acabando así con Instituciones que funcionaban de manera eficiente y que brindaban un buen servicio a las familias que no podían pagar cuantiosas sumas por la educación de sus seres queridos. Terminó así con la calidad de la educación brindada por los famosos llamados Liceos Emblemáticos, reflejo de esto es la situación que sucedió en el año 2016 y que se sigue reflejando hasta el día de hoy, en donde ese año por ejemplo tras conocerse los resultados de la PSU, se pudo apreciar que éste, por primera vez en su historia no se encontraba dentro del ranking de los 100 mejores establecimientos educacionales. Lo que no es más que el fiel reflejo de que la antigua administración estuvo haciendo mal las cosas y que al día de hoy, cuando se quieren mejorar para que lleguen los tiempos mejores a todos por igual se niegan a hacerlo.
Quizás la actual oposición, no quiere mejorar el mal que ellos mismos crearon en la educación chilena, porque un pueblo sumido en la ignorancia es más “fácil” de gobernar, que un pueblo que sabe y conoce sus derechos, pues un pueblo ignorante, acepta sin exigir lo que se le da y no lo que le corresponde que se le dé; es por ello que el Frente Amplio, la Concertación, el Partido Comunista y Socialista, quiere que el “pueblo” permanezca sumido en la ignorancia.
Además de todo esto, los mecanismos de admisión a través de una tómbola es sumamente angustiante para las familias, pues no sólo la ley de inclusión Escolar está avasallando la libertad real y verdadera de poder elegir dónde y que tipo de educación uno quiere darle a su ser querido; sino que además de imponerle el establecimiento educacional, lo hace sin mirar la situación particular de cada familia, ya que aquellas que tienen más de un hijo se ven en la angustiante situación de que sus hijos queden diseminados en distintos establecimientos educacionales, a gran distancia el uno del otro; ocasionarles un desgaste y un menoscabo tanto emocional como económico.
En lo que debió centrarse ésta ley de inclusión Escolar primeramente, es en la calidad de la educación, pues no se saca nada con eliminar la selección en los establecimientos educacionales o que se elimine el sistema de copago, etc. etc. si no se busca entregarles más herramientas, conocimientos y posibilidades de desarrollar plenamente sus capacidades y así ser luego un aporte al país.
Susana Verdugo Baraona.