Emprender junto a seres queridos tiene grandes ventajas, pero también obstáculos, ya que muchos afirman que mezclar negocios y familia tiene sus puntos negativos. Un experto en economía explica lo bueno y lo malo de tener una empresa familiar, tipo de compañía que aporta del 50 al 70% del PIB nacional.
Formar una empresa con la familia más cercana puede ayudarte a salir adelante, con la ventaja de trabajar con seres queridos persiguiendo un objetivo en común. Grandes conglomerados de nivel mundial comenzaron así, como Ford, de la familia del mismo apellido; Samsung, de los Lee; y LG, de las familias Koo y Huh, por nombrar sólo algunas.
En Chile, según la Tercera Encuesta Longitudinal de Empresas (III ELE) realizada por el Ministerio de Economía en 2015, una de cada dos empresas es de propiedad familiar. Este fenómeno está presente mayoritariamente en empresas de menor tamaño, es decir, en formato de pyme (49,6%) y microempresa (51,1%). Los sectores con más empresas familiares son el comercio (57,5%), seguido por la manufactura (52%) y la agro-silvicultura (50%).
La importancia de las empresas familiares en la economía es alta. De hecho, según un reciente estudio de la Asociación de Empresas Familiares (AEF), este tipo de compañías aporta entre un 50% y un 70% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, lo que equivale a aproximadamente US$154.883 millones.
¿Cuáles son las ventajas de crear una empresa con la familia? “La principal ventaja es que al trabajar en familia se puede dar una relación de compromiso y lealtad. Además, la mano de obra genera un fondo común para gastos e insumos familiares, lo que puede permitirle vacacionar al grupo completo, por ejemplo. En tanto, no existiría propiamente tal una falta o ausentismo laboral, ya que se comprenderían de mejor manera los problemas de salud, educación, etc.”, indica René Rivera Bilbao, coordinador académico de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico.
El espacio para compartir en familia también aumenta, ya que pasan mayor tiempo juntos, lo que puede traducirse en una mejor o peor convivencia. “Formar una empresa con la familia permite una mayor integración entre sus miembros y además el trabajo no significaría en sí un desarraigo familiar. Al mismo tiempo, una de las mayores desventajas de tener un empresa familiar es el hastío, ya que la prolongada permanencia en el lugar de trabajo y luego llegar a la casa con el mismo ambiente y personas puede provocar una división y el surgimiento de roces entre los miembros de la familia”, explica el especialista.
Así, en algunos casos conformar una empresa con familiares puede pasar de ser un sueño cumplido a ser la peor pesadilla, ya que mantener el orden económico puede ser complicado, al igual que la repartición de roles y tareas. De hecho, “las cuentas claras conservan la amistad” es una de las frases más utilizadas en el ámbito de los negocios, sobre todo cuando las partes son amigos o familiares.
“Puede jugar muy en contra no tener una cultura empresarial de separar el manejo del capital de la empresa del dinero que es de uso doméstico. Por eso, aproximadamente la mitad de las empresas familiares se rompen al pasar de micro a pequeña empresa, ya que la transformación significa tributar, formalizar el asunto y asumir riesgos, lo que puede polarizar a la familia”, indica René Rivera Bilbao.
Cuando una familia conforma una empresa, los diferentes miembros van asumiendo tareas, proceso que muchas veces no está estructurado, por lo que ante algún problema surgen inquietudes y roces. Terminar discutiendo sobre quién tiene más poder en la organización no es lo más recomendado.
“Es difícil diferenciar los roles entre una empresa y familia, ya que lo patriarcal o matriarcal tiende a imponerse. Por eso, ante la situación de una mezcla de roles, lo mejor es profesionalizar la gestión. La tercera generación que asumió el control de la empresa debe implementar un mando profesional, que en muchas ocasiones es externo, lo que impide la dualidad de roles o la existencia de multiplicidad de consejerías en la toma de decisiones”, sugiere el docente de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico.
CONSEJOS PARA TENER UNA EMPRESA FAMILIAR EXITOSA
Tomando en cuenta el mundo globalizado en que vivimos, el académico de la U. del Pacífico, René Rivera, entrega los siguientes consejos para que una empresa familiar pueda mantenerse y ser exitosa:
• Externalizar funciones y roles.
• Hacer un control riguroso de la gestión de los flujos financieros.
• Tener en cuenta que la fidelización del cliente es fundamental, al igual que el servicio de post venta, que debe ser realizado por personal capacitado.
• Mantener un buen clima laboral para el personal y dar opciones para la continua capacitación.
• Controlar los procesos productivos y de calidad del producto enviado al mercado.
• Disminuir o eliminar inventarios ociosos.
• Profesionalizar la gestión en todos sus ámbitos: recursos humanos, control, producción, servicios, atención al cliente, etc.
• Hacer una selección rigurosa de proveedores, mercado o nicho a satisfacer, y clientes.