El cuidado de la salud nunca descansa en los hospitales, cada segundo es valioso y las emergencias no tienen horario, es por esto que encontrar la estabilidad entre el trabajo y la maternidad puede ser un desafío.
Delegar responsabilidades y encontrar momentos de calidad con la familia, sin comprometer la excelencia de las labores hospitalarias es parte del día a día de la anestesióloga y jefe de pabellón, Dra. Carla Aponte, mamá de tres hijos de edades que abarcan desde los seis hasta los diecisiete años y de la TENS del Banco de Sangre, Bárbara Santander, madre de un niño de ocho años. Ambas profesionales del Hospital de Ovalle comparten sus experiencias sobre cómo han logrado conciliar ambas facetas.
Dra. Carla Aponte “es sacrificado pero vale la pena seguir dedicándose a lo que a uno le gusta”
«Es una tarea difícil pero se puede hacer», afirmó la Dra. Aponte, que divide su jornada entre los horarios de quirófano y el cuidado de sus hijos. Con pesar a lo largo de su carrera se saltó cumpleaños, reuniones de colegio y celebraciones navideñas, esta última una es una de las fechas más complejas, aunque reveló que hace todo lo posible por estar presente al menos en la apertura de regalos “toca turno y hay que trabajar, esto es lo que hacemos día a día, nos gusta y lo hacemos por vocación pero también hay un sacrificio de por medio, aunque trato de que me esperen para abrir los regalos a las 8 de la mañana”.
Para muchas mujeres es importante desarrollar la vida profesional y según la anestesióloga esto también se trata de dar el ejemplo a sus hijos, en este sentido manifestó que “es para que ellos entiendan que es importante el valor del trabajo y de la responsabilidad”.
La jefe de pabellón destacó la importancia de contar con una red de apoyo y en este caso, su pareja es parte de este equilibrio. «Es fundamental, él es clave para poder estar aquí porque obviamente así como me sacrifico, se sacrifican mis hijos y también mi pareja” aseguró, reconociendo el papel esencial que desempeña su familia en su carrera.
Sobre sus hijos la Dra. Aponte, se emocionó y sólo tiene palabras de agradecimiento y reconocimiento para ellos “por haber aceptado y adaptarse a esto”, declaró.
Bárbara Santibáñez «no he podido asistir a actos del colegio por estar en turno, al principio era difícil pero ahora él entiende”
«Ser mamá, es lo mejor que me ha pasado», comentó Santibánez con felicidad, sin embargo, también reconoce que en ocasiones cuesta hacer coincidir el trabajo y la maternidad.
Se integró nuevamente a sus labores en el hospital cuando su hijo tenía ocho meses, lo que implicó ajustar la crianza a sus horarios laborales. Hoy, su hijo tiene 8 años y reflexionó “cuando no estamos juntos en una fecha significativa al siguiente día sólo regaloneamos”.
Bárbara, es hija de funcionaria, su mamá se desempeña como auxiliar de servicio en el área de hospitalización médico quirúrgico y desde su experiencia confesó que la fecha más complicada para ella fue la navidad “es complicado, ahora entiendo a mi hijo”, confesó
Con ternura la técnico en enfermería reveló que se siente premiada por el entendimiento y paciencia de su hijo “ a él lo he sacrificado bastante por mi trabajo pero siempre me acompaña», dijo con emoción.
Sobre los desafíos de ser madre y profesional en el área de la salud, la TENS es clara «somos unas ídolas” y celebra la fortaleza de las mujeres autónomas que siguen desarrollando sus proyectos y con responsabilidad cuidan a sus hijas e hijos.