A inicios de esta semana el ministro Carlos Cerda Fernández, presidente del Subcomité de Atención de Usuarios del Poder Judicial, estuvo en Ovalle para efectuar una visita a todos los tribunales que comprende la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de La Serena.
Esta visita forma parte de una gira nacional, cuyo objetivo es reunirse con los más de 10 mil funcionarios de los alrededor de 500 tribunales del país en la denominada “Cruzada Acoger, la Alegría de Acoger” .Asimismo conocer de manera directa la opinión de los usuarios de esos tribunales para procurar realizar las correcciones necesarias al sistema de atención.
El Ministro Cerda se dio el tiempo para conversar con OvalleHOY para explicar de esta cruzada, y asimismo referirse a otros temas sensibles de la realidad del sistema. Entre estos la desconfianza que la gente tiene en el sistema, de la necesidad de acercar el “lenguaje técnico jurídico” a la comprensión de los usuarios, e incluso de la creación de una entidad independiente del sistema judicial y legislativo, como un Consejo Superior de la Justicia, que permita ir ajustando el sistema legal de acuerdo a la cada vez más veloz cambiante realidad de país.
“El nuevo Poder Judicial está consciente la Corte Suprema actual que en una república democrática la gente sienta que tiene un poder judicial dispuesto a proteger realmente sus derechos. Y sin embargo las encuestas muestran que eso no se estaría dando, la gente desconfía de nosotros. Entonces en la Corte Suprema hemos pensado que es necesario venir a decirle a los funcionarios, en cuya capacitación nos hemos esmerado en los últimos años, a nuestros jueces que han estudiado un post grado completo dedicado a la especialidad de ser juez y para ingresar a ese post grado es muy seleccionada la gente. Ha habido que pasar por coladores sicológicos y cognitivos. Entonces conversando con esa gente y conversando con el usuario , le pregunto a la gente si realmente se siente acogida, y cuando converso con los funcionarios están conscientes que han acogido a aquel que viene a demandar nuestros servicios y al mismo tiempo los veo alegres de haber cumplido su misión para recoger el problema que se nos trae.
Entonces el sentido de esta cruzada es ir a decirle a los más de diez mil funcionarios del país de casi 500 tribunales , que la Corte Suprema está plenamente consciente de lo que ustedes hacen en las bases y es absolutamente fundamental que sepan que para la Corte Suprema ese momento es crucial para que vayamos generando en la población de la manera mas pronta posible, la fiabilidad en un estado que a través de estos procedimientos reformados le está diciendo, sí, mire , usted tiene justicia en Chile y yo se lo aseguro que es así”, dice el Ministro.
Cuando uno visita el tribunal ve la buena atención que los funcionarios entregan a la gente. El problema está desde la puerta de la sala de audiencia hacia adentro, y uno ve el descontento de mucha gente con lo que ocurre adentro. Porque les da muchas veces la impresión, especialmente a las víctimas, que los magistrados se aferran más a la letra que al espíritu de la ley. ¿Ha percibido usted esa impresión?
“Muy pertinente tu pregunta. Ahí hay dos cuestiones, diría yo. Una es que se presenta ya al interior de la audiencia un grado mayor de dificultad en cuanto a la posibilidad que nuestro usuario entienda bien lo que ocurre dentro, porque lo que ocurre dentro ya tiene que ver con la técnica jurídica que es compleja; entonces hay terminología, hay práctica que nuestro usuario, que se sintió bien acogido, no siempre está en situación de entender. Entonces ahí hay una necesidad que hemos ido captando en esta región, y los Ministros en la Corte Suprema, nos hemos dado cuenta que el énfasis que hemos puesto en esta cruzada , en los funcionarios, debe entenderse también en los jueces de los juzgados para que estén conscientes que hay que enfatizar la seguridad por parte de ellos que el usuario que está en la audiencia – sea un imputado, sea un demandante o un demandado – entienda , se vaya entendiendo lo que ocurrió ahí.
Me he reunido con los magistrados del Tribunal Oral y les he dicho “miren no basta solo con leer un dictamen: “se condena a tal cosa”, cuando la gente luego de terminada la audiencia sale sin saber lo que se le dijo, porque incluso la palabra ”condena” , la palabra ”presidio”, esa gente no necesariamente la entiende.
Así que en este nivel hay una deficiencia que es posible o subsanar o mejorar. Ahí es necesario avanzar: concientización y mayor formación a los jueces para tener conciencia que lo que se decide, tiene que ser convenientemente, claramente entendido.
Pero hay otro aspecto que es mucho más difícil de mejorar, que es cuando se lee una sentencia definitiva , hay ciertas cosas jurídicas que no pueden sacarse del ámbito propio del derecho, y que son de difícil comprensión, y a los jueces – sea de Garantía o del TOP – no siempre le es posible facilitar . Por ejemplo el defensor de un acusado ha pedido que se aplique en favor de su representado lo que se llaman «atenuantes” , que bajan la gravedad , el grado de la pena, y eso se llama “legítima defensa” ( por ejemplo) , obediencia de vida, irreprochable conducta anterior , reparación celosa del mal causado, colaboración con el proceso, etc. Entonces cuando el juez razona para decir si va a hacerle caso al defensor acogiendo esas atenuantes o rechazándo, lo hace en términos que son jurídicos y que por lo tanto dificultan su comprensión. Esto ¿Cómo se podría solucionar? Lo he hablado con los mismos tribunales, con que terminada la audiencia los jueces han leído lo que tienen que hacer, es decir leer una sentencia que tiene esa complejidad, simplemente le pregunten a las personas, a la víctima , al querellante , y al acusado condenado si entendió y pregúntenle que dudas tienen .
O sea podemos perfeccionarla al mayor nivel de explicarlo lo más posible, pero siempre va a haber un nivel de complejidad en esto que solo una mayor culturización jurídica de la sociedad, lo que requiere más tiempo, lo va a poder lograr. Recuerda que este proceso no tiene más de 15 años en Chile después de siglos de aplicación de un sistema secreto y reservado”.
Hay una tercera “pata” de la mesa: la Legislación, que podría ayudar a perfeccionar el sistema. ¿De qué manera ustedes interactúan con los encargados de legislar?
“Ahí hay una dificultad. Y como ahora se está hablando de una nueva Constitución, uno de los temas a revisar y que a nosotros como poder judicial nos interesaría y es si es que el Poder Judicial sea una Corporación, un sistema administrativo absolutamente independiente de nosotros los jueces, como un Consejo Superior de la Justicia, o algo así , que hay que perfeccionarlo; aunque algunos se aterren porque lo ven como una intromisión del político en el poder judicial, pero sea un órgano así, sea la Corte Suprema u otro mecanismo, tengan iniciativa de ley en materias que le son atingentes, porque a cada rato vemos que hay vacíos en el derecho chileno y que llenados mediante una legislación permitirían avanzar hacia una mejor administración de la justicia del país.
Ahora, eso no quiere decir que el sistema legal de Chile sea malo o ineficiente o que los legisladores no hicieron su trabajo, o que los presidentes de Chile , de cualquiera sea su orientación ideológico política , no hayan hecho lo que tienen que hacer. Lo que estamos diciendo es que es posible, por la velocidad dela vida actual, que va cambiando mucho más velozmente que hace poco tiempo y que cada vez va a ir cambiando más rápido, surgen nuevas realidades a cada instante a las que nosotros nos acercamos mucho más rápidamente que el legislador, que tiene una capacidad de reacción más lenta y sea como fuere, cualquiera sea la ley siempre el que tenga que aplicarla lo va a tener que hacer con el corazón, porque más que saber de leyes, ser juez supone ser en- con – por y para ese otro que es el demandante, el demandado, el querellante, el querellado, es un ser humano al que hay que introducir en su experiencia el derecho chileno que a la postre lo único que busca es el bien común y si nosotros hemos jurado respetarlo, tenemos que hacerlo así, no entendiendo que la ley debe ser entendida literalmente, como se la redactó hace 80 años, sino poniéndole esa humanidad para que realmente sea una guía de justicia en la situación particular en la que estamos resolviendo”, concluye.