Cuando me enteré de lo que le ocurrió al Cabo Óscar Galindo el día martes 5 del presente mes, me sentí nuevamente invadida por un sentimiento de rabia, pena e indefensión, tal como me ocurrió hace un par de años atrás cuando desgraciadamente, en la Ruta D-43 en el kilómetro 62 en las cercanías de la Cuesta Las Cardas, en el sector de Apatita, dos funcionarios de ésta noble Institución que es Carabineros de Chile, perdieron la vida tras la persecución de un vehículo que fue robado en el Peñón por 6 antisociales (4 de los cuales eran menores de edad).
En aquella oportunidad al igual que ahora existían tanto menores como mayores de edad involucrados en la comisión del delito, quienes son introducidos en las bandas, principalmente para así tratar de eludir la acción de la justicia “cargándole” la comisión de los ilícitos a los menores y de esa manera los adultos puedan salir limpios de polvo y paja.
La delincuencia se ha convertido en un verdadero flagelo que se ha instalado de una manera alarmante y vertiginosa en todo el país,pasado ésta a ser parte de nuestra vida diaria. Desde hace un par de años, ésta le dobló la mano a la administración Gobernante, ya que ésta, estaba más preocupada de llevar a cabo sus afanes personales yde concretarlos a toda costa, que de ocuparse de las verdaderas problemáticas y necesidades de la ciudadanía, desatendiéndolas como quedó de manifiesto en el propio actuar de la anterior administración.
Es así como día a día leemos en los diarios, escuchamos en las noticias, de conocidos y amigos o simplemente de un extraño que lo encañonaron para quitarle las llaves del auto, que hicieron explotar un cajero automático, de atracos, robos, balaceras y muertes a plena luz del día, ya no hay horas, ni días “seguros” los delitos se comenten no sólo ayudados de la impunidad que les da la noche, sino también a plena luz del día.
Siento que como sociedad estamos muy mal, pues no puede ser que quienes deben velar porque las leyes se cumplan no lo hagan; que por otra parte, los que deben y tienen que legislar cada día, le amarren más y más las manos a quienes tienen que defendernos y como si eso fuera poco, protegen a quienes son los que maltratan y abusan de todos nosotros. No he escuchado a ninguno de los representantes del Frente Amplio como Jiles, Cariola, Boric, Vallejo, Jackson, etc. recriminar éste repudiable hecho, ¿acaso todos quedaron al mismo tiempo sin internet? o ¿están afónicos?, me parece inconcebible que no saquen la voz en éste tipo de situaciones, ya que según éstos son prácticamente los paladines de la justicia, se han arrogado dicha cualidad.
Los Carabineros se han convertido infelizmente en la carne de cañón de políticas de seguridad que han fracasado y que siguen fracasando todos los días y a éste fracaso debemos sumarle además la laxitud de los jueces, en la aplicación de las penas, puesto que en la mayoría de los casos no aplican las penas en toda su extensión a los asesinos de Carabineros. Mismos Carabineros que en más de una oportunidad han salvado la vida de muchas autoridades públicas, jueces y ciudadanos, para que estos puedan retornar en paz a su hogar y ahí puedan abrazarse con sus hijos después de cada jornada de trabajo, esos mismos Carabineros que anteponen el servicio a su país incluso sobre su vida misma y el poder abrazar en la noche a sus propios hijos.
Por lo mismo quisiera agradecer públicamente a nuestros Carabineros quienes están prestando un servicio a su Nación, no es un trabajo como cualquier otro; sino que es un servicio, una vocación, así que gracias por su entrega día a día, por entregar la vida si fuera necesario por el prójimo incluso sin conocerlo, gracias por velar nuestro sueño, gracias por permitirme besar a mis hijos a mí marido y a mis nietos, gracias por acudir siempre cuando se le necesita, gracias por ayudarnos en cada desastre natural que nos azota, gracias por hacer de Chile un lugar más seguro, gracias por ser del débil el protector, gracias por ser un amigo en nuestro camino, gracias totales.
Susana Verdugo Baraona