Cinco jardines infantiles de la comuna ya están certificados como espacios que promueven activamente la lactancia, en el marco de una estrategia impulsada por el Ministerio de Salud.
Con una jornada de retroalimentación realizada el pasado 28 de mayo en el salón auditorio municipal, Ovalle formalizó su incorporación a la estrategia nacional Jardines Infantiles Amigos de la Lactancia Materna (JIALMA), una iniciativa que busca crear entornos protectores, informados y comprometidos con la promoción de esta práctica fundamental para el desarrollo infantil.
En el encuentro participaron educadoras, equipos técnicos y representantes de los cinco jardines JUNJI e INTEGRA que ya cuentan con la certificación, quienes compartieron experiencias, avances y desafíos en la implementación de esta política pública.

Durante la actividad, destacaron los testimonios de los jardines Semillitas de Emoción, de Villa Bicentenario, y Rayito de Sol, de la población Ariztía. Sus equipos relataron cómo han integrado la lactancia materna en sus rutinas, acompañando a madres y cuidadores, y generando espacios físicos y afectivos que permitan amamantar o extraer leche con comodidad.
Desde el comité de lactancia del jardín Rayito de Sol, su representante Natalie Miranda valoró la jornada como una oportunidad para motivar a otros establecimientos. “Es una hermosa labor ser jardín amigo de la lactancia. Agradecemos al encargado comunal por permitirnos compartir nuestras experiencias y motivar a más jardines a sumarse”, comentó.
El referente comunal de Lactancia Materna del Departamento de Salud, Diego Lema Ponce, subrayó la importancia de que los jardines cuenten con comités internos dedicados a promover esta práctica. “Estas edades son críticas, y muchas veces se abandona la lactancia antes de lo recomendado. Gracias a esta estrategia, estamos viendo un repunte del apoyo a la lactancia, y Ovalle no es la excepción”, puntualizó.
La acreditación JIALMA requiere un compromiso transversal dentro de la comunidad educativa, incluyendo formación al personal, adecuación de espacios y colaboración intersectorial. Más allá de una certificación, este representa un paso firme hacia una cultura que reconoce el impacto positivo de la lactancia materna en la salud, el apego y el bienestar de niños y niñas, posicionándola como un derecho y una responsabilidad compartida.