El pasado jueves, con la presencia del Ministro de Salud, Emilio Santelices, se efectuó la ceremonia de traspaso del edificio del Hospital antiguo a la administración del Municipio local.
El propósito del Municipio es destinar este edificio para la instalación del denominado Centro de Día del Adulto Mayor donde estas personas recibirán atención de salud y tendrán a su disposición diversas actividades recreativas.
A mayor abundamiento el objetivo es “brindar apoyo físico, mental, emocional y espiritual durante el tiempo de acompañamiento, entregar un ambiente acogedor y de esparcimiento; ofrecer actividades artísticas y recreativas, realizar estimulación cognitiva para ocupar y ejercitar la mente, crear nuevas redes de amistades y brindarle una alimentación saludable. Estas acciones serán complementadas con talleres de música, Tai Chi, teatro, tecnología, cine, arte, alimentación y un club de lectura”.
Es esta una iniciativa importante atendiendo el incremento de la población mayor de 65 años en la comuna. Es decir, al envejecimiento de la población.
De acuerdo a estadísticas comunales , en el año 2012 había una población de 8. 554 adultos mayores ( es decir mayores de 65 años) lo que aumentó al 2017 a 13. 351. Por eso es importante que esta iniciativa del Municipio sea lo más integral posible, en especial para ofrecer atención de salud a una población tan vulnerable, para que no tenga que trasladarse hasta el nuevo Hospital, en los extramuros de la ciudad, para atenderse.
En ese mismo contexto preocupa el reportaje publicado el fin de semana por el Diario El Día de La Serena en el que informa la escasa capacidad que tiene nuestra región para atender una población que envejece con rapidez.
“Paulina Zambra Rojas labora en el Hospital San Pablo de la comuna de Coquimbo. Ella y Valeria Vidal, quien presta servicios en el Centro de Apoyo Comunitario para Personas con Demencia ‘Amancay’, son las únicas geriatras de la región”, dice la publicación.
Esto de 104 geriatras existentes en el país, según cifras de la Subsecretaría de Salud Pública. El déficit sería de al menos 466 profesionales.
Según la doctora Zambra “plantarse como especialista en un área que está despoblada de médicos es un desafío súper grande porque se asume una gran carga. Hay quehacer muchas cosas y el tiempo no alcanza. Así que lo ideal sería que otros hospitales de la región puedan contar con un geriatra a corto plazo, pero esas cosas no solo dependen de nosotros”.
¿De quien depende? ¿De los respectivos hospitales en la contratación de estos especialistas, o también de la voluntad de estos médicos de venir a trabajar en una pequeña ciudad de provincia?
Lo cierto es que sí hay que hacer esfuerzos conjuntos para trabajar en ese sentido, o de lo contrario la iniciativa del Centro de Día del Adulto Mayor de Ovalle pasará a ser sólo una buena idea…y nada más.
M.B.I.