Rogativas a la Pachamama, bailes, cantos y comidas saludables a base de productos de la tierra fueron los ingredientes que dieron vida a este nuevo año indígena que se realizó en Ovalle
Con una serie de actividades programadas en diversas disciplinas, se celebró durante la mañana del viernes y todo el día de ayer el We tripantu, año nuevo indígena, en donde se inicia, según nuestros antepasados aborígenes, un nuevo ciclo y la renovación de la naturaleza.
El evento que tuvo como objetivo rescatar las tradiciones de nuestros pueblos, en esta ocasión, contó con dos escenarios. En primera instancia, la celebración comenzó la mañana del día viernes en el frontis del museo del Limarí para luego trasladarse y dar vida a la plaza de armas durante el sábado.
Sobre la importancia de conmemorar dicha fecha, Andrés Millahuala, descendiente mapuche y coordinador del evento, señaló que “la importancia de realizar esto es recordar a nuestros ancestros y valorar el legado de sus costumbres”. Además, enfatizó en el We tripantu indicando que “esto es la renovación de la naturaleza, el termino de un ciclo, en donde la tierra estaba en un proceso de descanso, esto se refleja en el otoño, se caen las hojas de los árboles y los animales cambian su pelaje, eso indica un cambio de ciclo y por eso los pueblos originarios celebraban y daban agradecimientos por el año anterior y pedían por el periodo siguiente”
“Es bonito esto, yo soy de Iquique y veo harto estos bailes y celebraciones allá, en Ovalle no se hace tanto” precisó María Nuñez, quien se dirigía a a comprar pan pero atraída por la música se instaló en la Plaza de Armas a contemplar el show. Respecto a la importancia de celebrar el año nuevo indígena enfatizó en que “es importante valorar la conmemoración de fechas como estas donde se rescatan las tradiciones de nuestros antepasados, debemos aprender de ellos y utilizarlas en nuestro día a día” finalizó.
Una buena alimentación para nuestros niños
Cerca de las 15:00 horas de ayer, y en contexto a las actividades del año nuevo indígena, la Plaza de Armas de la perla del Limarí se transformó en una gran cocina, en donde los encargados de realizar el menú fueron los niños asistentes , quienes guiados por dos cocineros profesionales, hornearon galletas y panqueques con harina de algarroba.
Dicha actividad buscó inculcar la buena alimentación ligada al uso de semillas y productos de la tierra, alejando de los transgénicos.
“Lo importante es optar por una alimentación sana para nuestros niños, ojala conservar las semillas orgánicas, sin fertilizantes químicos que dañan la salud, se debe tratar de fomentar la agricultura orgánica, que cultivemos nuestros propios alimentos que serán totalmente sanos”, declaró David Quezada, dueño de Nativus, emprendimiento que se encarga del cultivo de productos naturales en la ciudad de Ovalle.
El público asistente a la actividad se mostró agradecido con la actividad e insistió en que deben realizarse más instancias en donde se promueva la buena alimentación.
“Me pareció muy bien que realicen actividades como estas, desde pequeños nuestros niños deben aprender a comer sano y nosotros como padres debemos contribuir en eso, alejarnos de los alimentos que contienen pecticidas y son producidos a base de trangénicos”
Camila González Espínola
Periodista
