Miguel Alvarado, Daniel Farcas y Gabriel Silber, junto a Ricardo Ibáñez, abogado y conductor del programa “Con el agua al cuello”, propusieron un límite máximo de llamadas diarias y la eliminación del envío de cartas con apariencia de acción judicial.
Los diputados del PPD, Daniel Farcas y Miguel Ángel Alvarado, junto a Gabriel Silber (DC) y el abogado Ricardo Ibáñez, conductor del programa “Con el agua al cuello”, presentaron un proyecto de ley que regula el hostigamiento telefónico que realizan las empresas de cobranza en contra de deudores de bancos o casas comerciales.
La iniciativa, que modifica la Ley 19.496 sobre protección a los derechos de los consumidores, establece que “las actuaciones de cobranza extrajudicial no podrán considerar más de dos llamados telefónicos diarios a la morada o lugar de trabajo del deudor”. Además, contempla la eliminación del “envío de documentos que aparenten ser escritos judiciales, como tampoco escritos timbrados por un Tribunal de la República sin que sea por intermedio de un Receptor Judicial o funcionario notificador competente”.
Tras la presentación, el diputado Miguel Ángel Alvarado señaló que “todos conocemos la forma exagerada e intimidatoria en que se realizan estos llamados para cobrar, sin embargo los chilenos se caracterizan por ser muy buenos pagadores. Así, este proyecto no es una solicitud para que la gente no pague, sino que es un llamado a que las empresas tengan en consideración la tranquilidad de sus clientes”.
En tanto, Daniel Farcas comentó respecto a esta materia que “los consumidores merecen ser respetados y por ello debemos poner freno a estas prácticas que utilizan las empresas para amedrentar a los deudores, con el fin de que paguen, muchas veces, en condiciones muy desfavorables a las inicialmente pactadas”.
Finalmente, el abogado Ricardo Ibáñez valoró la iniciativa y explicó que esta “tiene la virtud de regular aún más una actividad tremendamente comercial para los bancos y las instituciones financieras, los que no solo han ganado mucho dinero endeudando a los chilenos, sino que hoy tienen un negocio paralelo, extremadamente lucrativo, como es la cobranza extrajudicial de los créditos incobrables”.