Una delegación limarina encabezada por los alcaldes de Monte Patria, Camilo Ossandón, y de Ovalle, Claudio Rentería subieron hasta la cordillera para visitar el sector denominado Paso de La Chapetona que se viene proponiendo como alternativa para una comunicación vial con la vecina Argentina.
La actividad se efectúa luego de conocerse los problemas que tiene el proyecto de túnel fronterizo por el sector Agua Negra, en la provincia de Elqui, que ha sufrido un duro estancamiento por informes geológicos que no harían viable su construcción.
El proyecto de paso fronterizo La Chapetona, ubicado a alrededor de 3. 200 metros de altura , una altura claramente inferior a los 4. 700 de sus vecinos de Elqui, data de la década de los ochenta y desde entonces se han realizado distintos estudios para intentar revertir la opción de Agua Negra, entre estos el elaborado por la consultora Sociedad de Ingeniería e Industria Petranova Ltda., de fecha 04 de junio de 1998, que afirmaba en el punto cinco: “comprobar que La Chapetona es la mejor alternativa entre las opciones regionales, porque posibilita el ingreso a Chile en variadas direcciones, permitiendo escoger el puerto de embarque o el destino turístico preferido”.
El entusiasmo sin embargo se fue enfriando en la medida que crecía el interés de las autoridades regionales y nacionales por la alternativa de Aguas Negras y la construcción de un túnel para unir ambos países. Hasta los traspiés sufridos por este proyecto en las últimas semanas que estaría haciendo a las autoridades nacionales revaluar la factibilidad de la iniciativa.
En ese contexto se realizó el viaje a la cordillera en los últimos días de autoridades de Monte Patria y Ovalle y los mensajes de los beneficios que eso tendría para nuestra provincia, tanto en el incremento del turismo, como en el intercambio comercial entre ambos países.
No obstante eso en Monte Patria, en especial en el sector del río Grande y Tulahuén hay quienes muestran una fuerte oposición al proyecto. Pues si bien hay quienes expresan la importancia que tendría para los pequeños productores y emprendedores de la zona el tener a miles de turistas pasando, y adquiriendo sus productos, frente a sus puertas, y afirman que eso fue lo que convirtió al Valle del Elqui en un lugar de atracción turística de primera relevancia nacional; Otros en cambio hacen notar lo que sería tener a miles de camiones de alto tonelaje, con carga de frutas y minerales, transitando por una ruta y puentes que no están preparados para eso. Y el paso de vehículos con decenas de miles de visitantes en ambos sentidos, comprando, alojando, consumiendo (es verdad) pero también contaminando. La carga que eso entrañaría para el medio ambiente, para la identidad de decenas de pueblos en un momento en el que las prioridades del planeta apuntan en otro sentido.
Incluso tachan de ingenuos a los no observan que detrás de esto están los intereses de grandes empresas transnacionales, de ambos lados de la cordillera, que lo único que desean es una ruta para extraer sus productos a los puertos del Pacífico, sin importar los costos.
Entre los acérrimos detractores de este paso estaba el conocido fotógrafo chileno, Sergio Larraín, quien solía levantar su voz opositora en defensa de la tierra que lo acogió en sus últimos años de vida y donde descansan sus restos.
Lo cierto es que ambas posiciones ya están sobre la mesa, y es necesario una evaluación de cual es la mas acertada. Tal vez ambas.
M.B.I.