
Desde los mediados de los años cincuenta del siglo pasado el Hotel Turismo se ha transformado en uno de los principales referentes de la ciudad. Para los ovallinos que pasamos la barrera de los cincuenta años y hemos permanecido por siempre en este recodo del Limarí, el cierre del Hotel Turismo es un desgarramiento que cercena rasgos importantes de nuestra historia. No fue un edificio más frente a la plaza, en él se confundía la elegancia, admiración, fortuna, belleza y sugestión.
Sus anchas puertas han sido un fiel testigo del crecimiento que ha experimentado Ovalle. En sus inicios la ciudad era un apartado lugar pueblerino ubicado en las riberas del rio Limari, siempre postergado por la ciudad de La Serena, que ya entonces se llevaba no solo los recursos locales sino que también los nacionales con el llamado Plan Serena desarrollado por su hijo ,el presidente González Videla. Sin embargo, el consabido centralismo, aprovechaba los recursos primero del salitre y después del cobre implementando en Santiago el tal llamado Centro Cívico dejando en un atraso evidente al resto del país. Fue a raíz del terremoto de Chillán que en la administración de don Pedro Aguirre Cerda se crea la Corporación de Fomento de la Producción que bajo la sigla de Corfo impulsó el largo proceso de industrialización cubriendo las principales áreas en ese objetivo, Corfo empresa estatal, centró sus esfuerzos en fundar una base sólida tendiente al desarrollo de Chile; en la energía, en el acero, transporte, comunicaciones y, un largo etc.
Después se realizar una prospección y consciente del enorme potencial turístico del país, se evidenció la carencia de hoteles de nivel indispensable para desarrollar la industria, Corfo formó una empresa destinada a construir y administrar una red hotelera nacional indispensable en los objetivos trazados. Así nacen hoteles iconos ya sea por su belleza arquitectónica, así como por la calidad de sus servicios prestados; solo por mencionar algunos, el Hotel Turismo de Antofagasta, el Francisco de Aguirre de La Serena, el Hotel Portillo, el Frontera de Temuco, el Hotel Pucón, el Pedro de Valdivia en Valdivia, etc. hoteles que ahora privatizados, siguen cumpliendo cabalmente con su objetivo. En ese contexto y de acuerdo a de las políticas públicas de la hotelera es que en nuestra cuidad se construye el Hotel Turismo.
Para su emplazamiento se selecciona un punto neurálgico de la ciudad: esa equina de la calle Vicuña Mackenna / Victoria y frente a nuestra hermosa Plaza de Armas (una de las más bellas de Chile, que a pesar de todos los esfuerzos que hacen las autoridades para afearla, inundándola de puestecillos que venden baratijas y otras singularidades, sigue siendo bella),y se levanta un edificio en perfecta armonía con su entorno ,el Municipio, los Bancos ,la Escuela Dos y el viejo y emblemático Liceo de Hombres que le daban al centro de la ciudad un lugar digno de conocer , dejando atrás ese Ovalle polvoriento y pueblerino.
Una vez en funciones el Hotel pasó a formar parte importante de integración social. Abrió sus puertas no solo a los viajeros y turistas sino que en especial a los limarinos , siendo de inmediato el lugar de nivel en contraste con el Club Social donde por razones estatutarias solo atendía a sus socios, obvia decir, a lo más exclusivo de la comunidad. El Turismo entonces es el lugar donde cualesquier hijo de vecino podía ser atendido con la solemnidad y prosapia que la hotelera nacional como norma entregaba a sus usuarios, solo se debía portar algunas monedas para gozar de las más exquisitas viandas, de los mejores cocteles diestramente servidos por garzones debidamente capacitados en su oficio.
Allí en sus amplios salones se realizaba, año tras año, un gran baile de Año Nuevo. Importante recordar que las señoritas quinceañeras, aquellas con dinero, pero carentes de títulos nobiliarios, realizaban su fiesta de lanzamiento social en el Hotel Turismo, los jóvenes que no acompañábamos a las debutantes debíamos mirar tan bello acontecimiento a través de los inmensos ventanales del edificio. Quizás algunos no recuerdan que en el Ovalle estratificado las niñitas bien debutaban en sociedad en el Club Social y aquellas de menores recursos lo hacían en el Casino Olmedo.
No olvido aquella vez que la profesora de Castellano doña Nelly Martínez de Videla nos comentó: “Niños Gabriela Mistral está en Ovalle, vayan a verla”, así todo el curso partió al Turismo donde se alojaba la divina Gabriela ya premio Nobel de Literatura, se asomó a través de los ventanales del Hotel y nos hizo un protocolar saludo haciendo señas con la palma de la mano. La vi muy alta, imponente, gruesa, de moño, vistiendo un abrigo de gabardina. Recuerdo que nos retiramos un tanto desilusionados, ya que esperábamos algunas palabras de la diva y solo recibimos algunas señas, a niños que conocíamos de memoria eso de “piececitos de niños/azulosos de frio”…
Quizás otro hito importante -al menos en mis recuerdos- fue aquella vez que el Presidente, Gabriel González Videla desde la ventana de la habitación que hace esquina, en el segundo piso, pronunció un fuerte discurso lleno de ira y de diatribas en contra de los comunistas. González Videla ya había instaurado en el país la Ley de Defensa de la Democracia, La ley Maldita, que proscriba al PC: Entonces el alcalde de Ovalle don Tito Torres hizo colocar un letrero frente al Hotel donde se leía “Bienvendido Presidente” lo que causó la ira del mandatario y, el destierro a Pisagua del aguerrido Alcalde.
El Hotel durante todo su funcionamiento continuó siendo uno de los puntos más importantes de Ovalle, eventos sociales, políticos y de reuniones de camaradería siempre tuvieron ahí su centro de actividades, las ultimas que recuerdo en el salón principal se proclamó la candidatura del Presidente Aylwin.
Con el advenimiento de la dictadura cívico militar, dentro de una política de privatizaciones impulsada por el gobierno, los hoteles Honsa fueron privatizados, entre otros el Hotel Turismo de Ovalle. Consecuente con lo anterior y a través de un par de empresarios ovallinos sin experiencia en el rubro, empezó una estrepitosa caída en el tan bien ganado prestigio , conseguido con tanto esfuerzo por tantos y tantos trabajadores que lo administraron con especial atención , cariño y, compromiso profesional con los usuarios.
Hoy día, el mítico icono ha cerrado sus puertas, a pesar del esfuerzo que mantuvieron los actuales propietarios la familia, Jofré , no logró restablecer la antigua prosapia que alguna vez tuvo el otrora famoso Hotel Turismo de Ovalle,
Con el cierre del Hotel Turismo, se van inexorablemente tantos centros emblemáticos de nuestra ciudad. ¿Signos del progreso?, es posible. Pero creo que es una falta de nosotros los ovallinos , de no resguardar nuestro patrimonio. Cito a manera de ejemplo algunos casos de inmerecida desaparición: la casa Perry, Santiago/ V. Mackenna. La casa Ramírez en plena Plaza de Armas, un hoyo insondable. La casa de don Sergio Larraín convertida en estacionamiento de vehículos y, así tantos y tantos lugares que en otras ciudades son preservados con cariño y respeto ciudadano.
Iván Ramírez Araya
Rucahue/Chomio, Región de la Araucania,
3 de febrero 2018