InicioultimasOpinión¿Qué pasos estoy dando para encontrar a Jesús en mi vida?

¿Qué pasos estoy dando para encontrar a Jesús en mi vida?

Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: Yo soy el pan bajado del cielo. Y decían: ¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: Yo he bajado del cielo?

Jesús tomó la palabra y les dijo: No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo.

                                                                                                                            Juan 6, 41-51.

Cristo se revela claramente como el enviado del Padre para nuestra Salvación. Ya no se discute el maná, sino la persona misma de Jesús como revelador y el que trae de Dios la salvación. Se pasa de cómo llegar al pan de la vida y se transforma ahora en la pregunta de cómo llegar a Jesús. Es decir, la presencia en la vida de nuestra fe en Jesús. En esta lectura se nos invita a enfrentarnos entre la fe y la incredulidad, es algo inevitable. Los judíos que aparecen por primera vez en este pasaje representan los verdaderos enemigos de Jesús y por ello murmuran de Él. Juzgan a Jesús solo por las apariencias, con esto adoptan la misma actitud del pueblo de Israel en el desierto. Los judíos como sus padres protestan contra el designio de Dios, tal como aparecen en las palabras de Jesús y niegan la voluntad de creer. Les parecía imposible poder aceptar que el hijo de un sencillo carpintero, de un humilde pueblo, dijera que había bajado del cielo.

La resistencia se centra en la humanidad de Jesús. Por eso ,los judíos se escandalizan de que el hijo de José, el pobre carpintero de Nazareth, se declare a sí mismo pan bajado del cielo. Esta actitud no está muy lejos de nosotros cuando nos aferramos a nuestras formas de pensar y actuar y no dejamos que el Espíritu pueda revelarnos el Plan de Dios de otras maneras, acontecimientos, personas.

En nuestra historia de fe Jesús se convierte en el centro obligado del problema de la fe. La postura que se adopta frente a Jesús, es la que se adopta frente a Dios. La revelación de Dios se ve remitido a Jesús. Jesús toma una actitud tranquila que debemos aprender y practicar, pide no criticar y recuerda que nadie puede venir a Él, si el Padre no se lo concede, Estamos acordando que le camino de la fe es una gracia que debemos fomentar. Todos nuestros esfuerzos serían inútiles si no son llevados por la gracia hacia  Cristo, aún los buenos deseos no bastarán si Dios no los despierta. Por mucho que veamos y oigamos a Jesús externamente, nos puede pasar como a los judíos quedarnos internamente sin creer en Él. Necesitamos que nuestra oración sea la que nos lleve a Dios, a su Hijo y nos haga creer profundamente en Él y amarlo con todo el corazón, siguiéndole fielmente. Pidamos al Señor que abra nuestros ojos para que reconozcamos lo mucho que Jesús merece ser amado e imitado. Jesús también añade un mensaje de esperanza y una promesa que cumplirá, todos los atraídos por el Padre, Jesús los resucitará en el último día. En Jesús la Palabra y persona, constituyen una realidad indestructible, la cual nos lleva a anunciar el don que cada día comunica en nuestra vida de fe, transformando todo nuestro ser; en ser verdaderos difusores de la Palabra de Dios y anunciando el Reino de Dios en un mundo necesitado de esperanza y gracia.

¿Qué pasos estoy dando para encontrar a Jesús en mi vida?

¿Cómo comunico a otros este mensaje de esperanza?         

Hugo Ramírez Cordova.

OvalleHoy.cl