Las infecciones producidas por el Virus Respiratorio Sincicial (VRS) son la principal causa de hospitalización de lactantes durante los meses de invierno. El virus, es muy común y ocasiona síntomas leves similares a los del resfriado en los adultos y en los niños sanos mayores, pero, la infección puede ser más seria en lactantes y adultos mayores, especialmente en grupos de alto riesgo.
Las infecciones por virus respiratorio sincicial (VRS) son la principal causa de infecciones respiratorias bajas como bronquiolitis y neumonía en lactantes, como también se puede presentar como causa frecuente de neumonía en adultos.
La presentación varía desde una virosis respiratoria asintomática hasta infecciones respiratorias más severas, siendo el virus sincicial respiratorio (VRS) el principal responsable de las infecciones respiratorias bajas infantiles, es un virus que posee como genoma ARN y clínicamente se presenta como brote epidémico en lactantes menores de un año, con predominio de síntomas de obstrucción bronquial.
La infección es de distribución mundial, en América Latina este virus representa un verdadero problema de salud pública y en los países de clima templado como Chile se presenta en los meses fríos y en brotes que ocurren durante varias semanas en el otoño y el invierno, muy transmisible, siendo el hombre el único reservorio de este agente, diseminándose por gotas respiratorias de personas sintomáticas en el ambiente y especialmente en las manos, pues el virus puede sobrevivir algunas horas en el ambiente con un periodo de contagio que va de 3 a 8 días, presentando síntomas dentro de 4 a 6 días después del contagio que puede incluir: secreción nasal, apetito reducido en niños/as o rechazo alimentario en lactantes, tos, estornudos, fiebre y sibilancias. En los lactantes menores, los únicos síntomas podrían ser irritabilidad, menor actividad y dificultad para respirar y para alimentarse, y en los recién nacidos puede causar apneas.
El Ministerio de Salud informó que existe inmunización con un medicamento que sirve para proteger a los niños y niñas nacidos desde el 1 de octubre de 2023, contra la enfermedad grave por VRS disminuyendo las hospitalizaciones.
Existen estrategias de prevención y control que pueden ayudar a reducir la propagación, como la educación pública a través de campañas para aumentar el conocimiento de este virus, higiene de manos, especialmente después de toser, estornudar, sonarse la nariz o estar en contacto con personas enfermas, limitar las reuniones masivas, uso de mascarillas especialmente en lugares donde no se pueda tener el distanciamiento adecuado, ventilar donde haya una alta concentración de personas como por ejemplo; jardines infantiles, escuelas, etc., limpieza y desinfección.
Alejandra Soto Labra
Docente Universitaria