En los últimos días ha salido en nuestros medios locales las dificultades que se han presentado para consolidar el tan anhelado, esperado y necesario nuevo hospital de Ovalle; que por una situación inaceptable en donde el Director del Liceo Agrícola se rehúsa a salir de una casa que fue construida según palabras del director de Obras de Ovalle, don Glen Flores de manera “ilegal, irregular y sin permiso alguno, contraviniendo todas las disposiciones legales”; que estaría impidiendo concretar esto. Además de usufructuar de manera gratuitamente por tantos años en los terrenos que son de bienes nacionales y que en algún momento fueron prestados a la SNA y no traspasados, ni legalizados.
Al asumir el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera el año 2010 y nombrarme Gobernadora de la provincia, inicié gestiones para lograr que se lograra el compromiso de normalizar el hospital de Ovalle, ante la necesidad de tener un hospital resolutivo y de calidad para toda la provincia del Limarí y sus alrededores; ya que Bachelet se había comprometido a ello el año 2004 y no cumplió. Fue así como en noviembre del año 2011, el Seremi de Bienes Nacionales Sr. Mario Burle traspaso vía decreto 7,8 hectáreas entregando oficialmente en un acto en que estuvo presente el subsecretario de Bienes Nacionales don Juan Carlos Bulnes y el Ministro de Salud de la época Dr. Jaime Mañalich el documento que entregaba oficial e irrefutablemente dichos terrenos al Director del SS. Coquimbo de la época Sr. Héctor Andrade Calderón, para así concretar el proyecto.
El Ministro Mañalich comprometió un nuevo hospital, puesto que era contrario a normalizar; ya que ello significa trabajar y construir en un hospital en funcionamiento, acarreando con ello todos los problemas que genera una construcción, como son la contaminación acústica, ambiental y de habitabilidad para los pacientes y funcionarios; además de reducir sustancialmente la capacidad de atenciones para así poder facilitar el desarrollo de las obras. En su momento, dicha situación motivó consultas populares ya que la oposición de ese entonces (hoy Gobierno) insistían en ubicarlo en el lugar existente, siendo esta una clara señal que sólo querían normalizarlo.
El año 2012 al retirarme de mi cargo, ya existía el proyecto de arquitectura afinado, con el diseño terminado, habiéndose asignado más de 900 millones para ello y encontrándose ad-portas al proceso de licitación para la etapa de construcción. En este nuevo período de Bachelet, se cumple el llamado realizado por sus pares de “pasar la aplanadora” sobre todo lo ejecutado o en vías de ejecución que se realizó durante el Gobierno anterior, retrasando así el objetivo trazado y conllevando a que falsamente en el acto de licitación efectuado en la Gobernación del Limarí, se señalara que se había reactivado un proyecto dormido, culpando de dicho letargo a las autoridades que les antecedieron.
No puede dejar de asombrarme (espero jamás perder la capacidad de asombro) frente al descaro y falta de honestidad de las autoridades que hoy en día, se arrogan un trabajo jamás realizados por ellos en la consolidación de este proyecto; el que fue prometido en más de una oportunidad mientras fueron Gobierno y que sólo se concretó durante el Gobierno del Presidente Piñera con el traspaso de terrenos, diseño y recursos; dejando ad-portas el proceso de licitación para la ejecución, en donde los limarinos estaremos atentos a que se consolide la construcción este año, espero no tengamos que movilizarnos, levantar pancartas, realizar paros ni renuncias como tristemente han tenido que hacerlo en La Serena por el no cumplimiento de compromisos de la presidente Bachelet en la construcción del necesario CDT de dicha ciudad.
Finalmente, ratifico que la era digital permite verificar sin mucho esfuerzo cualquier información, por lo que quienes han hecho una costumbre el ¡Negar al César lo que es del César!, le es y les será cada vez más difícil vestirse con ropa ajena.
Dra. Susana Verdugo Baraona.