Estamos llegando a fin de año y consideramos que es bueno detenerse y analizar el futuro de la región, teniendo en cuenta que se ha generado un alto clima de desconfianza en nuestro país por situaciones como las reformas refundacionales, que modifican las bases sobre las que se ha sustentado el desarrollo del país (donde se desprestigia la legitima aspiración a obtener ganancias en dicha actividad), y por las conductas contrarias a la ley o a la ética, entre otras.
Ante esto, debemos ser proactivos y focalizar el desarrollo en lo que todos están de acuerdo, a saber, que el 2016 sea el año de la productividad, pero, para ello, Chile debe hacer cambios importantes en algunos sectores que se evidencian como de mayor estancamiento. Entre ellos destacan: educación; donde es muy alto el porcentaje que no cuenta con las condiciones básicas para participar de manera productiva en las economías modernas (nos alegramos que en la zona se dicte el curso de Chino Mandarín); reforma modernizadora del Estado, donde se promueva la innovación y un buen manejo de las empresas públicas; laboral, pues se debe insistir en reformar el sistema de competencias laborales y capacitación entre otras.
La conurbación Coquimbo-La Serena se ha destacado por el área de la construcción, pero se ve difícil para el año que viene que mantenga el mismo nivel, por el hecho de que el IVA va a encarecer el precio de las viviendas. Otro factor a considerar es la posibilidad de una merma en el valor de los arriendos en el verano, donde se proyecta un 12% de baja en el valor promedio y estadía del grupo familiar por menos días. Asimismo, la baja del cobre que está provocando el cierre de yacimientos mineros debido a que varios de ellos, dado sus costos de producción (2,23 dólares por libra), no pueden funcionar.
Todo esto nos lleva a que si la región quiere salir adelante, debe preocuparse de la INNOVACIÓN, lo cual ya no es un deseo, sino que una imperiosa necesidad. Nosotros hemos realizado propuestas concretas de reconversión con innovación en varios rubros para diversificar nuestra economía y un ahorro en el recurso hídrico (sugiero leer en este mismo medio, Reforestación, más valor agregado (06/01/2013), Con valor agregado a contener el desierto (03/02/2013), Región de Coquimbo: necesitamos reforestación y reconversión agrícola (23/06/2013), Agua: Emprendimiento, Perfeccionamiento y Reconversión (30/11/2014).
Por ello, dada la dinámica de la economía mundial y la posibilidad de ser puerto y puente vamos a necesitar ser innovadores, creativos y visionarios, donde esperamos que los técnicos del gobierno regional tengan claro que necesitamos un gran complejo marítimo portuario, que nosotros lo vemos en el sector sur de la Comuna de Coquimbo, paralelo a ello, reiteramos el llamado a visualizar otros pasos fronterizos, con el fin de que no nos quedemos al margen del corredor bioceánico por no tener amplitud de criterio y centrarnos en una sola alternativa como es el caso del túnel de Agua Negra.
OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO