Autoridades realizaron visitas a los sectores afectados para coordinar soluciones rápidas en beneficio de sus habitantes y se instó a fortalecer los Cogrid municipales y aseguró su total respaldo para lograrlo.
En Paihuano, la remoción en masa en la Quebrada La Viga ha generado desafíos significativos, afectando el suministro de agua potable, la infraestructura local y tres canales de regadío vitales para la agricultura de la zona. Ante esta situación, autoridades regionales y comunales se han movilizado para coordinar soluciones inmediatas y reforzar la preparación frente a emergencias futuras.
Francisco Corral, presidente de la Comisión de Aguas y Recursos Hídricos del Gobierno Regional de Coquimbo, ha enfatizado la necesidad de fortalecer los Comités para la Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) comunales. “Es fundamental estar preparados frente a cualquier emergencia, priorizando el acceso al agua para consumo humano y agrícola, y trabajando en conjunto con alcaldes y comunidades,” afirmó Corral.
Acciones y Colaboración
Las autoridades, en diálogo con los vecinos y representantes del sistema de Agua Potable Rural (APR), han identificado necesidades urgentes como motobombas y combustible para generadores. Estas solicitudes fueron gestionadas a través de SENAPRED y bomberos locales, mientras el municipio se comprometió a facilitar los recursos necesarios para enfrentar la emergencia.
El alcalde de Paihuano, Hernán Ahumada, destacó el trabajo conjunto y la disposición de las autoridades regionales para apoyar la recuperación. Además, empresas agrícolas de la zona han ofrecido recursos privados para acelerar las soluciones, demostrando un compromiso solidario con la comunidad.
Recuperación de Infraestructura
Los canales de regadío dañados representan un desafío adicional para los agricultores locales. La Junta de Vigilancia del Estero Derecho ya trabaja para restaurarlos, priorizando el riego y la continuidad de las actividades agrícolas esenciales para la economía del sector. Esta situación evidencia la importancia de una planificación integral y la colaboración entre el gobierno, el municipio y los actores privados para gestionar emergencias de manera eficiente y fortalecer la resiliencia comunitaria.