Hace unos días publicamos el comentario referido a automovilistas que circulan por el sector de la población Fray Jorge a altas velocidades, haciendo retumbar sus motores e incluso contra el sentido del tránsito.
En el comentario se da cuenta como estos individuos circulan todos los días, a cualquier hora, molestando con el estruendo y poniendo en riesgo la seguridad y la vida de los vecinos.
Lo notable es la respuesta de lectores que tuvo la nota (casi veinte mil), pero además llama la atención que de la gran cantidad de las opiniones, todas que coinciden en la existencia de un problema preocupante , que afecta no solo a la población Fray Jorge, sino a toda la ciudad e incluso a localidades vecinas como Los Leices, Villaseca, La Chimba y otros.
Los que opinan también coinciden en la pasividad de las autoridades para abordar el tema. Todos, sin excepción, afirman que de manera personal o a través de sus unidades vecinales han solicitado la instalación de lomos de toro en sus barrios para evitar que estos sujetos pasen por sus calles, o al menos para reducir la velocidad de los vehículos, aunque son muy pocos los que lo han conseguido.
En la misma población Fray Jorge los vecinos denuncian, por ejemplo, la existencia de un muchacho con un auto blanco que circula con el escape adulterado , a gran velocidad e incluso sin patente. Incluso afirman que han ido a hablar con su padre en el pasaje , sin resultados. El joven continúa circulando a altas velocidades.
Las gestionen realizadas para obtener resaltos para la calle Yungay aún están esperando respuesta. En cambio no se explican que otras calles con menor circulación, como Pedro Barrios , tienen desde hace bastante tiempo soluciones.
Lo cierto es que, por la respuesta que tuvo la nota en la comunidad, es posible concluir que este es un problema mayor y más preocupante, que afecta a toda la comuna, y que merece una respuesta clara de la autoridad, para solucionar un problema de seguridad de los vecinos y, en especial en estos tiempo con sensibilidades tan a flor de piel como consecuencia de la pandemia y el confinamiento, la tranquilidad y la salud mental de los residentes.
Para ubicar a los responsables no se necesita una investigación acuciosa, o un despliegue de fiscalizadores repartidos por la ciudad, sino simplemente detenerse en una esquina para escucharlos venir a una cuadra de distancia.
Pero además, una mínima cuota de voluntad para hacerlo. Y tengan la seguridad que esta acción recibirá el aplauso unánime y el agradecimiento de miles de personas.
Al menos cuenten con el mío.
M.B.I.