Nuestra Salud Pública por una mala gestión de las actuales autoridades vive una grave crisis y no obstante ser el sector donde acuden las personas más vulnerables, para este Gobierno no es una prioridad, dando un duro golpe y decepción a los que creían que la Presidenta Bachelet en su condición de ex Presidenta, ex Ministra de Salud y médico daría un impulso a este sector tan importante como sensible.
La crisis se refleja en los continuos paros de los diferentes gremios del sector, amenazas de renuncias, promesas sin cumplir, agresión a los funcionarios que además sufren de sobrecarga laboral con malas condiciones de trabajo, aumento en las listas AUGE y no AUGE, largas listas de esperas para conseguir hora para un médico especialista y cirugías programadas que afecta a casi 2 millones de personas y un largo etc. dentro de los que se agregan:
Falta de camas que según una encuesta de la Universidad de San Sebastián estaría afectando al 46% de los afiliados a FONASA que requieren hospitalización. Pese a ello hay un enorme retraso en el plan 20-20-20 proyecto comprometido por Michelle Bachelet cuyo compromiso era entregar 20 hospitales antes del 2018, comenzar la construcción de otros 20 y dejar licitado otros 20. Sin embargo, en la última cuenta pública del 21 de mayo, la mandataria reconoció los atrasos y aumentó a 27 los hospitales antes del término de su mandato. Lo grave es que el plan original contemplaba más de 5.200 camas en hospitales de alta complejidad, pero ello se reduce a sólo 1.700 camas en recintos de mediana a baja complejidad, muy distantes de lo que se había comprometido, de los cuales más de un 60% no sirven para los proyectos de solución de las listas de esperas y de la captación de médicos especialistas, por carecer estos recintos de la tecnología adecuada para realizar sus trabajos. Este retraso de los hospitales comprometidos según el plan de inversión 2014-2018 afectaría a más de 6 millones de personas.
Peor aún, si consideramos el informe elaborado por el Instituto Libertad que asegura que el Ministerio de Salud no podrá entregar 25 de los 27 hospitales comprometidos, vale decir, habrá un cumplimiento de sólo un 7.4%, no obstante que este Gobierno y su sector Salud a contado con un presupuesto histórico que supera los 500 mil millones de pesos para inversión del año 2015.
Por último, no puedo dejar de referirme a lo que la propia Ministra de Salud confirmó, que es que el Centro de Diagnóstico y Tratamiento de La Serena fue postergado por no contar con los recursos necesarios, lo que aleja entre otras cosas tener un centro Oncológico Regional urgente y necesario para vivir realmente en el Chile de igualdad de oportunidades que se preconiza tan livianamente. Día a día veo con angustia e impotencia que nuestros pacientes más vulnerables en lo económicamente hablando y adultos mayores que debieran con estas características ser para su atención “rompe fila” y no esperar con resignación, dolor físico y espiritual semanas y hasta meses por ejemplo para una cirugía de fractura de caderas, donde además en nuestra región el servicio público no da abasto, ejemplo de ello es que hay cerca de 1000 Scanner tomados, sin ser informados y pacientes que están esperando hasta por 2 años el resultado que cuando llega no muestra la realidad de cómo está la salud del paciente, pero la tozudez puede más que la humanidad para resolver en forma oportuna y ágil como cada uno de todos los chilenos merecemos.
Al respecto, me pregunto cómo es posible la falta de recursos para un centro de vital importancia para las cirugías, exámenes y profesionales; pero si los hay para solventar los gastos del aumento de Senadores y Diputados, vale decir, estamos frente a un Gobierno que no sólo NO CUMPLE, sino que además tiene equivocada sus prioridades.
Dra. Susana Verdugo Baraona.