La Municipalidad de Recoleta adoptó recientemente una medida que ha creado polémica en la comuna y en la región Metropolitana: la eliminación del sistema de parquímetros .
Unos aplauden la decisión de permitir a los residentes estacionar sin costo sus vehículos frente a sus domicilios, cuestionando que ese espacio estuviere siendo usado para el aprovechamiento económico de un privado.
Otros en cambio afirman que es un error el desregular el uso de ese espacio porque si bien permitirá a los residentes recuperar el derecho de estacionar sus vehículos frente a sus viviendas, en otros sectores más comerciales causará un caos difícil de controlar por el mal uso de esos estacionamientos que harán particulares.
¿Quiénes tienen la razón?
El de los estacionamientos y del sistema de parquímetros es un tema que está instalado desde hace varios años en Ovalle, desde que fue caducado el contrato al concesionario que era el encargado de controlar los estacionamientos del centro de la ciudad. Para muchos un sistema mal administrado por el empresario, y peor aún por la Municipalidad de esa época que nunca consiguió en retorno los recursos que esperaba de ello.
En la actualidad en Ovalle rige una especie de Ley de la Selva en la que el automovilista más madrugador que llega al sector, ocupa el espacio de manera libre, y permanece todo el tiempo que lo desee sin costo para él. En tanto los restantes conductores que llegan al lugar para concurrir a sus trabajos, hacer una diligencia en el sector comercial, o por alguna emergencia, se ven forzados a recurrir al pago en una playa de estacionamiento privado, buscar un sitio alejado , e incluso en poblaciones periféricas como la Fray Jorge, Pacífico, etc. Aun mas, no pocos llegan a utilizar lugares que no están habilitados para eso, como las aceras o paraderos de locomoción colectiva o sectores pintados de amarillo en las esquinas, para aparcar y regresar minutos más tarde, ofreciendo disculpas por las molestias.
Esto ha tenido como consecuencia que cada vez son más los terrenos del centro histórico que han sido reconvertidos y destinados a playas de estacionamientos, negocio si no lucrativo en cambio permite a sus propietarios al menos ayudar al pago de contribuciones.
Lo cierto es que en todo este tiempo la autoridad municipal ha soslayado la posibilidad de reinstalar el sistema de parquímetros, sea a través de una concesión licitada a una empresa externa, o su entrega directa a una institución , como por ejemplo bomberos, para su administración.
Como gran solución desde mediados del año 2015 se viene mencionando un gran proyecto de estacionamientos subterráneos en el sector Ariztía (entre Independencia y Libertad) , el que sería entregado en concesión para su construcción y manejo a una empresa privada durante 20 años, lo que además de solucionar el tema de falta de espacios, permitiría incluso despejar las calles principales y aumentar la fluidez del tránsito vehicular reduciendo sustantivamente la congestión.
Tal vez ahora la polémica instalada en Recoleta motive a las autoridades ovallinas a reactivar el tema en Ovalle y optar por algunas de las alternativas existentes: la más inmediata de entregarla a concesión a una institución local, licitarla a una empresa privada, o esperar un lustro para ver realizada la opción de los estacionamientos subterráneos.
M.B.I.