Aburridos que les robara las pertenencias para financiar sus vicios cuando llegó carabineros a ver si el imputado cumplía la medida cautelar en el lugar, no solo lo “echaron al agua”, sino que les informaron donde encontrarlo.
Daniel Alejandro Moya Aguilera el 30 de diciembre del 2014 fue detenido acusado de cometer en calle Gabriela Mistral de Ovalle un robo por sorpresa, y desde entonces ha estado sometido a medidas de prisión preventiva en el CDP de Ovalle y a Detención total en el hogar de familiares en calle Federico Alfonso.
De hecho, si bien en su momento se logró revertir la medida inicial de prisión preventiva por una de menor intensidad, el hombre ha reiterado en incumplirlas y abandonar el lugar a cualquier hora, no obstante las restricciones para hacerlo.
Lo que sacó “los choros del canasto” a sus parientes que lo han albergado hasta este momento en el inmueble, es que en el último tiempo ha venido sustrayendo objetos del hogar para venderlos en la calle y financiar sus vicios. Aburridos de esto, pusieron los antecedentes a disposición de carabineros, denunciándolo además que no estaba cumpliendo las medidas de restricción impuestas por el Juzgado de Garantía de Ovalle.
Eso lo pudieron comprobar los policías cuando ayer llegaron hasta la casa de calle Federico Alfonso, que queda en el barrio Benavente, y comprobaron su ausencia. Pero como los moradores sabían dónde este se encontraba, en pocos minutos fue detenido para ser puesto a disposición de la sala 2 del Juzgado de Garantía de Ovalle por el delito de desacato.
Sin embargo vanos fueron los esfuerzos del Fiscal Gianni Stagno, de conseguir que fuera levantada la medida de detención en el domicilio para regresarlo al CDP, pues el juez suplente Horacio Andrade, como se dice en juerga pelotera, “tiró la pelota al córner” y programó una nueva audiencia para el lunes 8 de febrero a las 11.00 horas y que sea el juez titular el que resuelva al respecto.
También rechazó la petición de los familiares de Moya Aguilera para que este cumpla su medida cautelar en otro lugar (porque para ellos el pariente es un quebradero de cabeza), porque la defensa alegó que el hombre no puede ser dejado en “situación de calle”.
Un punto más para el lado oscuro de la fuerza.