La directora regional del Sernam, Marcela Carreño Mardones, llama a las organizaciones femeninas a participar en el proceso constituyente y a “generar los cambios en esta nueva Constitución”, para que los derechos de las mujeres “efectivamente, puedan ser concretados a través de diversas políticas públicas”.
En una cruzada especial está la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer, SERNAM, Marcela Carreño Mardones, pues el proceso constituyente que está llevando a cabo el Gobierno es, desde su perspectiva, crucial para que de una vez por todas, los derechos de las mujeres queden plasmados en la Carta Fundamental.
La representante regional del SERNAM, organismo que pronto será el Ministerio de la Mujer, conversó hace unos días con OvalleHOY.cl, acerca del quehacer del servicio que dirige, las limitaciones para poder ayudar a las mujeres víctimas de violencia y señaló sus expectativas en la iniciativa del Ejecutivo para convocar a las organizaciones y entes de base, para dialogar sobre qué Constitución queremos.
Directora, un caso que causó conmoción en Ovalle y en el país, con una gran cobertura mediática, fue el del cuasi femicidio de una mujer agredida con unas tijeras de podar por su marido. ¿En qué pudo intervenir el SERNAM?
“Bueno, no son muchas las herramientas de las cuales disponemos, cuando tanto la víctima como sus familiares, no nos otorgan el patrocinio para hacernos parte de la querella encontra del agresor. En un primer momento, cuando ella fue agredida, nosotros la acompañamos, estuvimos en el hospital conversando con ella, orientándola, desde el punto de vista jurídico y acerca de cuáles eran los pasos a seguir. Como SERNAM, respetamos la voluntad de la víctima en este caso, pero sin embargo nosotros, si hubiésemos tenido la facultad para poder querellarnos, lo habríamos hecho. En este momento, no estamos facultados por Ley para hacerlo directamente, salvo que sea con el patrocinio de las víctimas o de los familiares”.
¿Ha habido alguna coordinación con la Fiscalía?
“Hemos estado en coordinación y nos hemos puesto a disposición de ellos por si requerían, desde la perspectiva de género, alguna argumentación que les permitiera sustentar el recurso de nulidad. Estuvieron acá y presentaron el recurso y ahora estamos al espera de que el tribunal competente se manifieste con respecto a la sentencia”.
Remarca que “obviamente, si bien no comentamos la decisión de los jueces y la acatamos, no la compartimos. Estábamos viendo y haciendo un proceso con la revisión de la normativa vigente, específicamente de la Ley de Violencia Intrafamiliar (VIF), para ampliar el concepto de violencia de género, pero también para que las penas a los agresores sea mucho más rigurosas de las que existen hoy, que las víctimas no sientan ese desamparo y ese miedo frente a un eventual sentencia que los declare, como en el caso que hemos analizado, libertad vigilada”.
Añade que de igual manera, “hay que hacer una revisión al Código Penal y esa es una tarea que tenemos que trabajarla con el Poder correspondiente y donde se explicite que no se podrá argumentar frente a este tipo de hechos como atenuante la infidelidad, como en este caso que habría provocado la obsecación en el victimario”.
Acoso Callejero
El tema del Acoso Callejero es de aquellos ámbitos en que la directora de Sernam, no tiene dudas. “Nos hemos sumado absolutamente al proyecto de Ley que está siendo discutido en el Parlamento y qué tiene que ver con las multas que se impondrán a quienes acosen, desde el punto de vista sexual y verbal, a las mujeres en la calle. Yo soy bastante radical y creo que el solo hecho de invadir tu espacio por parte de alguien que no te conoce y que se sienta en la libertad de decirte lo que sea, independiente que sea agradable o desagradable, el solo hecho de invadir ese espacio, para mí, debe ser sancionado. ¿Quién te da el derecho a ti, que no me conoces, de decirme lo que se te venga en gana?
Marcela Carreño añade que estas actitudes no se dan “entre pares, así que da lo mismo si te dicen qué bonita va o tal vez con dichos más vulgares. En ese sentido, yo creo acá que más que lo que se diga, es el tema de la invasión del espacio privado de las personas en la calle. Porque ese es un ejercicio de poder que hace el hombre versus la mujer, porque la considera, en ese momento inclusive, como un sexo más débil y se da el lujo de poder decirle esas cosas”.
Y remarca que “es distinto cuando dos personas se conocen, Donde ya hay un conocimiento previo, eres distinto cuando un desconocido en la calle se da el lujo de abordarte por el solo hecho de que tú seas mujer, esas son actitudes que para mí son reprochables y deben irse eliminando”.
En relación a la participación de la mujer en política, ¿Visualiza alguna relación entre el poco espacio que se ha ganado y la concreción de leyes con una sensibilidad distinta, con una perspectiva de género distinta?.
“Ésa es una de las apuestas que la Agenda de Género de la presidenta Bachelet tiene entre sus énfasis y es una tarea en la que trabaja SERMAN, que es el fortalecimiento en tres líneas: la autonomía económica, la autonomía física y la autonomía política y social de la mujer”.
Carreño agrega que en esa lógica se dirigió el cambio al sistema electoral que introdujo “un criterio de paridad, una ley de cuotas, en la cual hay un porcentaje necesario que tiene que cumplir. Las listas de los partidos políticos que lleven, en este caso las parlamentarias, para que incorporen un porcentaje de mujeres. Si nosotros hacemos un diagnóstico territorial en la región de Coquimbo de las 15 comunas, no tenemos ninguna alcaldesa; de 16 consejeros regionales, tenemos tan sólo tres mujeres; En concejales, de los 96 puestos sólo alcanzamos a 21”.
Para la directora regional del Sernam, “los datos hablan por sí solos y el no estar presentes en la toma de decisiones, en los centros de poder, obviamente lo que se legisla, las ordenanzas o la administración de los territorios más locales y los más generales, sobre todo las leyes, obviamente que al no tener esta mirada femenina, las leyes se hacen, con la mirada masculina. Y por mucha voluntad que haya de los hombres de legislar, lamentablemente no van a pensar nunca como mujer ni tampoco van a saber a ciencia cierta, cuáles son las preocupaciones y necesidades y además no van a tener la suficiente empatía tampoco debe colocarse en la situación de lo que las mujeres viven a diario”.
Las mujeres tienen otras cualidades en la conducción que las hacen mejores líderes…
“Por eso mismo, es importantísimo que más mujeres puedan participar en la vida política y social del país, tanto de sus organizaciones, también pueden apostar a ser candidatas de representación popular y, por otro lado que tiene que ver con generar más empoderamiento, para que también vaya ocupando espacios inclusive en el sector privado, en los directorios de empresas, en los sindicatos. ¿Qué mejor? Sobre todo que los sindicatos hacen las negociaciones colectivas de los términos laborales, de las condiciones y de las mejoras, de la conciliación de la vida familiar y laboral, en términos de horario, de turnos, qué mejor que las mujeres estén dentro de la toma de decisiones, en la negociaciones, porque (a los trabajadores) los van a representar de mejor manera respecto de cuáles son las necesidades, justamente, que tienen las mujeres en Chile”.
¿Cómo se logra la paridad de género, en términos económicos y que se valore en el trabajo, la labor y profesionalismo de las mujeres?
“Cuando hacemos un diagnóstico de todas las desigualdades existentes, lo primero que salta, porque tiene que ver con el cubrir las necesidades básicas, cuáles son los honorarios, los sueldos que ganan las mujeres. Hay estudios que demuestran un 30 por ciento de diferencias entre lo que gana un hombre y una mujer teniendo los mismos cargos, las mismas responsabilidades, la misma profesión. Entonces, si bien es cierto hay leyes que señalan que eso no tiene que ser así, por otro lado, no hay personal para fiscalizar que eso efectivamente se logre. Además, en las empresas siempre hay un secretismo de no entregar los contratos y uno no puede estar siempre mirando si se está cumpliendo la normativa o no. La Presidenta en su discurso lo ha dicho y ella misma lo estableció en su Agenda de Género: a igual pega, igual paga, que fue una señal bastante potente cuando ella asumió su mandato, y que tiene que ver con ir regularizando de mejor manera la normativa y que que la vaya haciendo más eficaz a la hora de poder controlar, supervisar y fiscalizar”.
Marcela Carreño agrega que “en ese sentido, nosotros como Servicio Nacional de la Mujer, si bien es cierto no tenemos las atribuciones de fiscalización, no nos compete porque hay un servicio público para ello, sin embargo podemos ser un ente que recepcione justamente las problemáticas de la mujeres y las denuncias, para nosotros hacer las gestiones y derivaciones correspondientes. Y por otro lado, revisar la normativa vigente respecto de esta situación para ver cuáles son los cuellos de botella, cuáles son los nudos críticos que impiden que esta legislación sea efectiva a la hora de igualar, en este caso el sueldo entre hombres y mujeres con las mismas funciones”.
¿Por qué es tan importante que las mujeres puedan participar del proceso constituyente al que ha llamado el Gobierno?
“Todas estas desigualdades que nosotros vemos a diario, en términos de violencia, en términos laborales, educacionales, de lo que se vive en el día día, en la normativa vigente inclusive, tenemos ahora, como mujeres, el poder de cambiarlas y que esos cambios sean plasmados en la Carta Fundamental, en la carta de navegación”.
Finalmente, la directora del Sernam, Marcela Carreño remarca que “hago un llamado para que las mujeres participen de este proceso. Aquí los actores y actrices relevantes son los ciudadanos. Las organizaciones de mujeres, la sociedad civil, las mujeres a través de la página web, solas o asociándose, pueden generar los cambios y plasmar en esta nueva constitución, que el ejercicio de los derechos de las mujeres, efectivamente, puedan ser concretados a través de diversas políticas públicas”.
Por Angelo Lancellotti González