Es sorprendente leer en los medios que, por un lado, se habla de certeza en la concreción del corredor bioceánico de parte del Diputado Núñez, alineándose con una sola alternativa, siendo que en el mismo comentario manifiesta: “durante décadas se ha transformado en una suerte de mito. Con anuncios de acá y allá de un mejor destino, pero hoy se impone como una histórica oportunidad”. (Diario El Día, Diciembre de 2015).
Tal vez surgieron las dudas de que el nuevo gobierno argentino le quite prioridad por muchos años a esta ruta de Agua Negra, no solo porque es muy cara su implementación, baja rentabilidad, mucha altura e igual se cerrara por largos periodos como Los Libertadores. Ante este escenario, y debido a que necesitan salir luego con su producción, más ahora que se bajó el impuesto a las exportaciones agrícolas argentinas, beneficiando al sector que durante muchos años los gobiernos populistas de la misma tendencia de la Provincia de San Juan los tuvieron afectados por medio del atraso cambiario y la falta de competitividad, por ende, ellos, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, San Luis, y Mendoza, entre otros, que pertenecen a las más altas tasas de productividad en Argentina están muy entusiasmados y por ello es probable que miren con otros ojos las posibilidades de sacar su producción y como buenos empresarios buscarán los menores costos, menor tiempo y alta rentabilidad, situación que no ocurre con el complejo del Valle de Elqui y, por ello, se aventura a proponer grupos de trabajo e insistir en “impulsar el corredor bioceánico como política de Estado”(Ídem. Artículo citado). En este punto estamos de acuerdo, pero no puede cerrar el potencial desarrollo de la Región de Coquimbo a una sola alternativa, siendo que existen otras posibilidades reales, como ser, el Paso Fronterizo “La Chapetona” por la Provincia del Limarí, que puede implementar tres rutas, ya que es un boquerón hecho por la naturaleza, a bajo costo, de implementación rápida, con la oportunidad de dirigirse a varios puertos, es de uso cotidiano, no afecta mayormente el medio ambiente y lo más importante No requiere túnel.
Además, nos parece extraño que no conozca los esfuerzos desplegados por la Unión Astronómica Internacional y la Asociación Internacional de Cielos Oscuros que están buscando convertir los cielos del Valle de Elqui en un Santuario Internacional de Cielos Oscuros “Gabriela Mistral” en el mundo, cuyo fin es protegerlos de la contaminación lumínica y, por la información que se conoce, en estos días hay un grupo de expertos visitando el lugar (cuyas acciones se vienen trabajando desde el 2008). Recordemos que Chile está con un 50% de toda la capacidad de observación del planeta y se espera que para el 2020 llegue al 70%, de allí que se busca evitar la emisión de luz hacia el cielo. Al respecto, el ministro de energía lo ratificó, diciendo que “toda luminaria nueva que se instale en esas tres regiones debe cumplir con esta norma, cuyo objetivo es proteger la calidad de los cielos para la observación”(Diario La Tercera, 13 diciembre 2015).
Ante esto nos preguntamos: ¿el proyecto Agua Negra ha considerado los perjuicios que provocaría a la observación astronómica?, ¿los haces de los focos de los vehículos al subir o bajar hacia el túnel dañarían la observación?, ¿la iluminación del sector del Túnel y el mantener aireado el mismo no afectará el desarrollo de la investigación?, ¿no dañará las características únicas que poseen los cielos en cuanto a atmosferas limpias y secas más zonas de gran altitud y oscuridad?
Históricamente la gente más antigua (del valle del Choapa y Limari como don Gil Rogelio Alaniz, Joelio Olivares, Ulises Araya y Héctor Torres y tantos otros), han utilizado los Pasos fronterizos y también han estado por el desarrollo integral de la región y no por parcialidades.
OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO