Las primarias convocadas hoy domingo para elegir candidatos representantes de la centroderecha a la Presidencia de la República, así como del Frente Amplio, no tuvieron en verdad una alta participación. O mas bien dicho, una verdaderamente baja.
Cuando concurrimos al local de votación ubicado en el Liceo Estela Ávila Molina, en calle Libertad de Ovalle, no había al mediodía más de 15 ó 20 votos en cada urna, lo que si se considera que cada una recibía el sufragio de dos o tres mesas , esto hablaba de cino votos por cada mesa.
Eso pudo tener dos significados distintos: uno que estos sectores políticos convocan a muy pocas personas; o que la educación cívica de nuestros electores no está muy desarrollada y la mayoría optó por quedarse en casa a esperar las trasmisiones del partido de Chile y Alemania.
Sin embargo en las mesas 109 – 110 y 110 encontramos dos ejemplos de lo contrario. Uno de ellos, una dama no vidente que, acompañada de otra mujer, hizo su turno para sufragar. Y, como si eso fuera poco, esperaba su turno en la misma fila otra joven en una silla de ruedas .
No obstante su impedimento ellas quisieron estar presentes para participar en este ejercicio democrático que seleccionaba a las personas que, a su juicio, son las ideales para conducir el país en los próximos años.
Algo que, tenemos que reconocerlo, nos apretó el corazón.
M.B.I.