El reconocido estilista venezolano Enderson Colmenares, avecindado en Ovalle y conocido en Chile como Enderson Concept, acaba de dar uno de los pasos más importantes de su vida: se casó con el médico chileno Louis Barraza, quien es su equilibrio, su compañero y su mayor fuente de inspiración.
El enlace, lleno de emociones, estilo y elegancia, marca un nuevo capítulo para uno de los estilistas más admirados de la cuarta región. Enderson ha dejado una huella imborrable en el mundo de la belleza gracias a su talento, su carisma y una historia personal que lo define mucho más allá del brillo de los salones.
“Salí de mi país por amor a mi familia, y el amor me recompensó aquí, en Chile”, confiesa con emoción. Esa frase resume la esencia de su vida: un joven que partió de Venezuela con sueños, sacrificios y una fe inquebrantable, y que en medio del camino encontró no solo estabilidad y oportunidades, sino también el amor verdadero.
De Maracay a Ovalle: una historia de resiliencia y estilo
Enderson nació en Maracay, Venezuela, en una familia numerosa donde aprendió que la fortaleza es el punto de partida de todo sueño. Desde adolescente entendió que debía romper los patrones que limitaban su entorno, y con apenas 17 años asumió responsabilidades enormes, tales como ser padre y convertirse en el soporte de su familia. Sin embargo, nada de eso le impidió emprender un duro camino por Colombia hasta llegar a Chile, impulsado por el deseo de superarse y ofrecerles una vida digna a los suyos.
Su carácter firme, ese que alguna vez fue su armadura frente a la adversidad, se convirtió en su sello de determinación. En Chile comenzó desde cero, atendiendo en una pequeña habitación que transformó poco a poco en su primer salón. Con dedicación, talento y una conexión genuina con sus clientas, nació Enderson Concept, hoy uno de los espacios de belleza más reconocidos de Ovalle.
Pero detrás del éxito profesional existe una historia profundamente humana. Enderson no solo construyó un salón, construyó, también, un hogar. Hoy en día, comparte su vida con su hermana Yulismi y el pequeño Owen, quienes son una pieza esencial de su equipo y cómplices en cada nuevo proyecto, y con Louis, quien siempre encuentra tiempo para acompañarlo entre risas, café y anécdotas del día a día pese a las exigencias de su trabajo en la clínica.
El amor que llegó como calma
“Louis me enseñó que el amor también puede ser calma”, dice Enderson con una ternura que ilumina su voz. Su historia comenzó en Chile, entre coincidencias, miradas cómplices y conversaciones que se fueron volviendo refugio. Con el tiempo, ese vínculo se transformó en un amor sereno y maduro, de esos que se construyen con respeto, paciencia y presencia.
Louis, médico de carácter tranquilo y sentido del humor cálido, ha sido el soporte silencioso de muchos de los grandes logros de Enderson. Juntos han formado una familia donde reina la admiración y la luz. Enderson y Louis han creado un hogar pleno junto a sus hijos Luciano, Catalina y Owen.
Aunque la familia no está completa, pues Meivis sigue en Colombia, Yohender en Ecuador y Saray en Estados Unidos, el amor los mantiene unidos más allá de la distancia.
La boda, celebrada recientemente a orillas del lago Llanquihue, fue el reflejo perfecto de esa unión íntima, elegante y cargada de simbolismo. Más que un evento, fue la afirmación de un amor que ha resistido pruebas, adversidades y tiempo.
Entre estilismo, sueños y promesas
Aunque muchos lo conocen por su indiscutible talento en el mundo de la belleza, pocos imaginan la profundidad de la historia que hay detrás de cada logro. Enderson, quien alguna vez soñó con ser médico forense, descubrió en el estilismo su verdadera vocación: el arte de transformar a otros y ayudarlos a descubrir su mejor versión.
Hoy, con Enderson Concept posicionado como uno de los salones más destacados de la cuarta región, su vida representa algo más que éxito profesional. Representa transformación interior, disciplina, amor, fe y la fuerza de quien nunca se rinde.
Para él, su boda junto a Louis no es un cierre de ciclo, sino el inicio de una nueva historia que irán construyendo juntos. “El Enderson de antes fue mi maestro. El de ahora, mi recompensa”.
Por Catalina Heredia
