Más de 80 residentes firmaron cartas dirigidas al alcalde y al Concejo Municipal solicitando no aprobar la instalación del recinto en un barrio residencial, por el impacto en la seguridad y la calidad de vida.
Un grupo de vecinos y vecinas del centro de Ovalle manifestó su preocupación ante la eventual aprobación de una patente de alcoholes para el funcionamiento de una nueva discoteca en su sector. En una reunión sostenida con el alcalde Héctor Vega, expusieron los posibles efectos negativos que tendría esta actividad en un barrio que, aunque céntrico, mantiene un carácter residencial, con presencia mayoritaria de adultos mayores, familias y trabajadores.
La inquietud fue formalizada mediante dos cartas entregadas a las autoridades municipales y firmadas por más de 80 personas. En los documentos, los residentes detallan su oposición a que se sigan instalando recintos nocturnos en zonas habitacionales, argumentando problemas recurrentes de inseguridad, ruidos molestos y alteración del orden público en las noches. La solicitud se realiza de cara a la votación que se llevará a cabo este martes 8 de abril por parte del Concejo Municipal, instancia en la que se decidirá el otorgamiento de la patente.
Uno de los puntos que más llamó la atención de los vecinos fue la actuación de la presidenta de la Junta de Vecinos del Centro, quien optó por inhibirse de emitir una opinión al respecto, a pesar de haber comprometido inicialmente una consulta abierta a la comunidad. Según sus propias palabras, esta decisión fue motivada por temor a posibles represalias.
Carolina Astudillo, vocera de los vecinos, afirmó que “no estamos en contra de los espacios de esparcimiento, pero creemos que deben ubicarse en sectores apropiados. Nuestro barrio ya enfrenta altos niveles de ruido y desorden por otros locales nocturnos. Una nueva discoteca solo agravaría la situación”.
Finalmente, los vecinos hicieron un llamado a los concejales para que prioricen el bienestar de la comunidad y tomen decisiones en sintonía con las necesidades de quienes viven en el centro de la ciudad. Piden rechazar la patente y buscar alternativas que no vulneren la tranquilidad de las zonas residenciales.
