Conversamos ampliamente con el Gran Maestro de los masones en Chile, Luis Riveros Cornejo, quien estuvo visitando la logia masónica de Ovalle «Acción Fraternal N° 42», que cumplió 105 años desde su fundación en 1912.
Cerca de un centenar de miembros de las logias tanto ovallina, como de otras partes de la región, se reunieron para conmemorar un nuevo aniversario de la Logia Acción Fraternal N° 42, ubicada en calle Vicuña Mackena, en el lugar se esperaba la visita del Gran Maestro, ex rector de la Universidad de Chile, el académico Luis Riveros Cornejo.
La masonería hace tiempo dejó de ser una entidad misteriosa y secreta, sin ir más lejos en internet existe un amplio abanico de información al respecto. Se pueden conocer su historia, sus principios, sus ideologías e incluso los rituales que realizan, cargados siempre de gran simbolismo.
Como medio tuvimos la oportunidad de ingresar al centro de reunión de los “albañiles” en Ovalle (mason en francés se traduce como albañil) y conversar con el distinguido miembro de esta agrupación.
¿A qué se debe su visita a Ovalle?
Vengo por la celebración de los 105 años de la Logia. Yo estuve acá para el centenario también. En Chile ya hay varias logias que tienen 100 años o más. Tenemos una que tiene 157 años y desde luego hay otras más jóvenes. Le damos mucha importancia a las logias centenarias porque han tenido un recorrido de vida muy importante. Trabajando, reuniéndose, con hermanos participando y por lo tanto pasan a ser instituciones de la ciudad. Yo que recorro todo el país, me he dado cuenta que la Logia pasa a ser una institución de la ciudad con mucha interacción con la comunidad y autoridades. No es fácil llegar a Ovalle desde Santiago, pero yo lo hago con mucho gusto porque existe el compromiso de respaldar a quienes han organizado una celebración que no es demasiado ostentosa. Pero que refleja mucho lo que es la historia de la masonería en el país.
¿Cómo se desarrolla la masonería en Chile? ¿Quiénes pueden ingresar a la logia?
Existen 233 logias y con un poco más de 12 mil miembros. Y nos sentimos muy contentos, mucha gente joven que ingresa justamente porque lo que hace la masonería es darle la oportunidad de perfeccionarse, de estudiar, de debatir, con gente que es distinta a uno. En especial en nuestra sociedad donde tenemos como referentes a los que son iguales que uno.
Yo soy profesor y todo el día hablo con gente que tiene a misma mirada de las cosas. Ingresé a la masonería porque es bueno tener gente con miradas distintas del mundo y que proponga otros temas. Temas de realidad social, política, económica. Y otras cosas estrictamente masonas que tienen que ver con entender el simbolismo de las cosas.
No es una institución en la que uno postula e ingresa como un club de fútbol, le interesa a la masonería personas que sean capaces de aprender y mejorar. La palabra mejorar es muy importante para nosotros. Se supone que participamos en esto para ser mejores y ayudar a la sociedad a ser mejores. Por eso en la masonería hay tanto profesor, por su vocación. Es una institución mundial, justamente este año se celebran los 300 años de la masonería. La primera gran logia fue fundada en Londres, pero hoy en todo el mundo y todos los países esta presente.
¿Por qué siempre se ha vinculado la masonería con un poco de misterio y el secretismo?
En el pasado era secreta por viejas luchas con la iglesia, sectores conservadores que veían en la masonería un peligro por su visión distinta de temas valóricos. Entonces vivíamos restringidos y luego cuando ocurren desgracias tan grandes como el gobierno de Franco en España o el gobierno de Rumania o incluso la propia revolución rusa u otros regímenes como el Nazi de Alemania de los 40. La masonería quiso ser extirpada, Franco requisó todo y quemó las bibliotecas de la masonería. Por lo que muchos guardan aun ese recuerdo y ese temor y por lo tanto muchas de sus acciones están restringidas. En algunos países es difícil hacer masonería, en Chile afortunadamente no. Incluso en dictadura pudimos seguir. No nos gusta que se nos trate como sociedad secreta, preferimos el término sociedad discreta. La masonería en todas partes participa en las jornadas del día del patrimonio y la gente entra al templo y ve que no hay nada raro. En muchas logias se hacen conferencias de temas no necesariamente masones, por lo que la
gente puede conocer lo que antes veía con temor. Ha sido un cambio importante a través de los últimos años.
De acuerdo a su visión de las cosas, ¿cómo ve el escenario político actual?
Como grupo privilegiamos la tolerancia y tenemos hermanos que participan de partidos políticos. Algunos en Renovación Nacional, unos menos de la UDI, de la DC, hay gente de todo el espectro político. Pero, nosotros fomentamos la tolerancia y el respeto por las ideas de otros. Nos parece peligrosa la tendencia que se ha ido profundizando entre la gente joven, porque con la formación escaza en materia cívica, esto pasa a ser una actitud normal. “Si no estoy de acuerdo contigo: palo en la cabeza y así arreglamos las diferencias”. Me parece que esa es una tendencia peligrosa y lo segundo que nos parece bastante complicado es que no hay debate de ideas.
En mi apreciación hay debates sobre slogan, se dicen frases y de eso se debate. Pero detrás de un slogan se pueden esconder cientos de opciones, errores y apreciaciones mal construidas y eso es lo que el país no necesita. Y por eso he llamado constantemente al debate de ideas. Hay cosas por ejemplo “no +afp” es una buena afirmación pero la pregunta es: ¿Cómo hacemos entonces para tener un sistema de pensiones justo, bien diseñado? Eso no se ha discutido. Lo mismo cuando hay lemas como “Educación de calidad” ¿cual es el esfuerzo financiero que va a hacer el estado o el sector privado? Me da la impresión que hay mucha discusión de ideas generalistas. Eso es muy malo para el país.
En ese mismo sentido ¿A qué le atribuye usted el desencanto de los jóvenes por la política?
A los políticos que hacen una política poco sustantiva, de poca profundidad. Una política que se practica de una manera muchas veces opuesta a principios básicos de ética. Y por lo tanto todos los jóvenes ven eso con tremenda distancia. Ellos no quieren ser eso. El joven por naturaleza tiene inquietudes, por naturaleza es solidario, el joven por naturaleza comprende la realidad porque la percibe directamente y de una manera muy transversal y por lo tanto esa política superficial que se practica ha alejado a los jóvenes de la política. Y eso ha profundizado el problema de que los partidos políticos ya no son centros de pensamientos, sino que son más bien organizaciones electorales que es otra cosa. Y en donde las ideas no pasan a ser el centro de discusión. Y creo que está bien que los jóvenes tomen distancia de eso. Lo malo es que se orientan con movimientos que llevan a algo que ya era conocido en Chile a comienzos del siglo xx, este anarquismo en que las soluciones son anárquicas, están por sobre los partidos, pero que en definitiva tampoco conducen a soluciones estables a los problemas del país. Estamos con demasiada intervención del tipo medial, mucho efecto propagandístico, pero hay poca sustancia. Hoy cualquier joven no aprecia ninguna diferencia entre un partido y otro.
Usted ha sido crítico en el ámbito de la actulidad política. Deslizó críticas a Piñera, Lagos y Guiller, se mencionó incuso alguna posibilidad de que usted sea candidato presidencial ¿ En qué está eso?
Esa idea simplemente ya no está. Se mencionó muchas veces pero realmente yo no estoy en el contexto de participar de esas cruzadas, que considero bastante heroicas, pero bastante superficial y bastante despegada de la realidad del ciudadano medio.
Un ciudadano de Santiago sufre todos los días por el Transantiago. ¿Y qué soluciones recibe? Buenas afirmaciones: “vamos a acabar con el transantiago” que es reciente. Pero, todos sabemos que eso no se puede terminar así y cambiarlo mágicamente por otra cosa. Reciben simples promesas, cuestiones que son poco creíbles. Los mismos jóvenes que reciben una educación “ahí no más” que está bajo los estándares de cualquier grupo de países, obviamente muy lejos de la OCDE. Incluso, si nos comparamos con países latinoamericanos, ya hemos bajado suficiente. ¿Y qué les estamos ofreciendo a los jóvenes? Más discursos, entonces yo diría que hay una gran insatisfacción ciudadana. Esto ya ocurrió a comienzos del siglo XX cuando hubo una gran protesta social de inconformidad, de gran expectativa y gran discusión en la literatura antes de 1919 por el tema del anarquismo. Se salió con un claro liderazgo y un camino que marcó Arturo Alessandri, y quienes le siguieron, se cambió la constitución, , código del trabajo. Y los partidos políticos fueron convocantes, pero hubo un camino y es lo que no se ve hoy.
La gente va a votar por sus insatisfacciones y es muy malo elegir a alguien por que está insatisfecho con lo que tiene porque eso abre una puerta a un camino desconocido que a los meses volverá la insatisfacción en un ciclo vicioso. Creo que la política actual busca ganar votos, que es muy distinto a tener convicciones.
Por Ignacio Zuleta Pereira
Periodista
