InicioOpiniónOpiniónPampilla: “quien crea una tradición, vence al destino”

Pampilla: “quien crea una tradición, vence al destino”

Después de haber participado de la fiesta en “La Pampilla”, nos quedó una sensación amarga, en el sentido de que percibimos un distanciamiento del valor propio de ella. Vale decir, que no se percibía como un reencuentro del alma Republicana, el mezclarse en una fiesta ciudadana. Daba la sensación de un gran encuentro comercial, con un sector pintoresco, denominado “Rincón Chileno”.

Más encima, lo medular del cierre, antiguamente, eran los fuegos artificiales, la Canción Nacional cantada por todos los asistentes y la despedida con bocinazos y aplausos. En cambio, en esta ocasión, más parecía de relleno; por un lado se lanzaron los fuegos, paralelo a ello el Himno Nacional y los animadores siguieron hablando y promocionando a diversas personalidades y al cantante que haría el cierre. Se perdió la solemnidad y la emoción, con el cual el conciudadano se iba a su hogar con un sentimiento de pertenencia a Coquimbo y a Chile que le perduraba hasta el encuentro del año siguiente.

Tradición es cultura en su más elevado sentido. Spengler manifestó “quien crea una tradición, vence al destino”, recordando a Gastón Acuña nos dice que; “Tradición son modales, estilos de comportamiento, disciplina, hábitos hechos carne y a los cuales se permanece fiel. En suma: educación moral y cívica.”(Libro: Firme y Claro, página 12). De allí que, es vital mantener esa “fuerza interior de cohesión que hace a un pueblo verse a sí mismo como una tarea colectiva que se transfiere, se perfecciona y se sublima de generación en generación” (Idem. Pág. 13).

De allí que, urge volver a las raíces, más aún, que la población de Coquimbo se ha duplicado en estos últimos 20 años y quienes han llegado traen otras vivencias y tradiciones. “La Pampilla” de Coquimbo para que no pierda su valor de patrimonio inmaterial, requiere que sea un encuentro del espíritu republicano, se realice en los terrenos de siempre y no se siga achicando el espacio por ocupaciones ilegales o venta de ellos. Como elemento secundario dado que asistió según la organización, más personas que otros años, se equipare a los resultados gananciosos que siempre entregaba el Club de Leones.

Coquimbo debe proteger la supervivencia de las bases que han configurado su identidad. No se puede permitir la distorsión de su esencia y valores que a la vez es un reflejo más, de lo que sucede a nivel país y que ha llevado a que personas se estén manifestando ante la falta de patriotismo en forma creciente. De no ser así, vamos a caer en un espiral de pérdida de calidad de vida y pérdida de soberanía. y por ende, debe inculcarse EL AMOR A LA PATRIA, que es según don Antonio José de Irisarri: “los hombres reunidos bajo un gobierno y unas leyes que á todos favorecen igualmente. Esta es la Patria según las ideas de la razón y de la sabiduría; de manera que en todo el rigor de la palabra, solo entenderemos por amor á la Patria, el amor à los hombres: pues el Gobierno y las leyes en tanto se deben amar, ó aborrecer, en cuanto sean útiles ó perjudiciales á la Sociedad. De aquí se deriva aquel principio tan sabido como demostrado de que solo en los pueblos reside la soberanía, y con ella la facultad de instituir y revocar las instituciones cuando se juzgue conveniente. Salus populi suprema lex eto”.  (Discurso publicado en la Aurora de Chile del día jueves 22 de octubre de 1822).

Octavio Álvarez Campos
Profesor de Historia y Geografía
Coquimbo

OvalleHoy.cl