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Vergonzosa y peligrosa competencia en la ruta

La puesta en marcha de una nueva línea de buses con recorrido Ovalle, La Serena y Coquimbo ha traído consigo una  competencia que ha provocado incidentes públicos, insultos, y agresiones, entre empleados de algunas de estas empresas.

En este caso trabajadores de la empresa de buses Cortés Flores, recientemente inaugurada,  y de Cormar Bus fueron protagonistas de un vergonzoso episodio de violencia dentro del terminal de buses de La Serena en la disputa por un pasajero que se dirigía a Ovalle.
Esto de alguna manera hace recordar lo que ocurre en Santiago con las empresas de taxis básicos y los conductores del operador Uber, las que incluso han sido causas de accidentes.

Una periodista de OvalleHOY conversó con representantes de ambas empresas los que se responsabilizan unos a otros de una actitud agresiva, no sólo en los terminales o paraderos, sino incluso en la misma ruta. La habitual denuncia de imprimir altas velocidades a las máquinas para anticiparse a la competencia en la carretera, y aun más “echarse la máquina encima”.

En el sistema de libre mercado que – para bien o mal nos rige – la libre competencia es positiva para ofrecer un mejor servicio a los usuarios, regular precios e incluso ofrecer precios mas convenientes, lo que siempre es bienvenido. De esa manera aumentan las frecuencias de salida de las máquinas, se reduce la cantidad de usuarios viajando de pie en el pasillo para incomodidad del resto de los viajeros, e incluso se mejora la atención de las localidades intermedias.

Sin embargo cuando esa competencia llega a la captación de pasajeros a como dé lugar, dando espectáculos vergonzosos como el de hace unos días, o poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios, es un tema que debería preocupar a las autoridades competentes. Son ellos los llamados a regular y controlar que los servicios operen de manera correcta, disponiendo los lugares y los horarios de salida de las máquinas, y sancionar con severidad a aquellos que no acaten estas o que pongan en peligro a los usuarios en la ruta.

Y los mismos pasajeros deberían ser los primeros en colaborar con las autoridades y denunciar a aquellos que muestren conductas imprudentes en el camino – sea por la velocidad o maniobras imprudentes , adelantando en lugares prohibidos o cruzándose delante de una máquina de la competencia –, para de esa manera hacer más seguro su traslado y el de sus familias. No quedar sólo en el «castigo» habitual de «no viajo más en esta empresa», sino hacerlo de manera efectiva ante quien corresponda para que sean estos los que resuelvan al respecto.

El del transporte es un tema altamente sensible, porque quienes lo utilizan – hombres, mujeres, niños – confían que se les ofrecerá un servicio que está en manos de operadores responsables (dueños, conductores, auxiliares) y está debidamente controlado por las autoridades, sean estos carabineros, municipalidades o transporte. Y confían ademas que estos últimos cumplirán de manera efectiva con la rsponsabilidad que les ha sido encomendada que es fiscalizar y sancionar.

OvalleHoy.cl