La actividad reunió a decenas de niños y niñas, quienes disfrutaron del film, actividad organizada por el programa Somos Barrio para estas vacaciones.
Decenas de niños y niñas disfrutaron de la proyección de la película Minecraft en un ambiente comunitario y festivo, en la actividad denominada Cine Bajo Las Estrellas, en el marco del programa Somos Barrio. La iniciativa congregó a menores de las nueve juntas de vecinos del Barrio Ariztía, fortaleciendo los lazos del barrio a través del cine al aire libre.
María Malebrán, vecina del sector, no ocultó su satisfacción por la actividad que brindó a los niños y niñas de una espacio de sana convivencia. «A mí me gusta mucho la idea, porque se distraen, es algo entretenido para ellos en las vacaciones, es una muy buena idea. Ojalá vinieran más niños, porque es muy bonito para ellos, para poder compartir y todo eso».

Por su parte, Ivania García, presidenta de la Junta de Vecinos Villa Manuel Lobos, destacó el valor comunitario del evento. «Son nueve juntas de vecinos que estamos dentro del programa Somos Barrio, junto con las coordinadoras, y bueno, esta es una de las tantas actividades que hemos hecho. Lo importante es unirnos como barrio, como sector Ariztía» y agregó que “la actividad ha sido súper buena, o sea, son vacaciones, que los niños tengan un poquito de distracción».
Los más pequeños fueron los protagonistas de la noche. Bastián Pizarro, uno de los asistentes, comentó entusiasmado que «es muy grande la actividad, me encantó. Está muy generoso Ovalle y la Municipalidad de Ovalle es muy buena. Me pareció muy buena la película. Tiene partes buenas y su parte como nerviosa. es muy buena», Por su parte Alexandra Araya, otra participante, señaló que “vine con mi abuela, mi prima, mi hermano y mi hermana y estoy contenta porque va a salir la película de Minecraft nueva, ¡esa de la vida real!», exclamó.
La actividad no solo ofreció cine, sino también un espacio de convivencia donde las familias compartieron colaciones, risas y la magia del cine comunitario. Con mantas extendidas sobre la cancha y el cielo estrellado como techo, el evento demuestra cómo iniciativas simples pueden transformarse en experiencias inolvidables para la infancia del barrio.