Yo me vacuno.

Un exitoso inicio ha tenido la campaña de vacunación masiva contra el Covid-19, titulada como “Yo me vacuno”, la que debe ser un tremendo orgullo para todo el país, pues la cantidad de personas que se vacunó el primer día correspondía a casi el 1% de la población adulta del país, todo un hito en este campo.

En lo que respecta a América Latina, Chile se encuentra liderando el ranking de mayor cantidad de personas vacunadas, situación que es simplemente notable, una hazaña que quedará en los registros históricos, pues somos líderes por lejos entre los países OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), respecto a quienes han comenzado más pronto a vacunar masivamente a su población. Si bien es cierto muchos dirán que tan sólo somos 18 millones aproximadamente y que llegar a 1% no era difícil, la verdad es que si es toda una proeza.

El que no seamos una población numerosa en comparación con nuestros vecinos como Argentina, Perú o también Colombia, Venezuela, México, no le resta mérito al gran esfuerzo y previsión que han tenido nuestras máximas autoridades de salud a nivel nacional, puesto que países de similares niveles de desarrollo que tienen más infraestructura pública y más recursos brutos para adquirir más vacunas, lo que implica vacunas a un mejor y menor precio por el volumen de adquisición, están por detrás de nuestro país.

Es fundamental que los medios de comunicación no sean cómplices ni sean cómplices de desinformar a las personas, las vacunas salvan vidas y no me refiero sólo a la que actualmente se ha implementado en esta campaña masiva, sino por ejemplo la vacuna contra el sarampión, la viruela, la tuberculosis, las hepatitis A o B, varicela, difteria, rubeola, el coqueluche o también conocido como tos convulsiva.

Para hacer un poco de historia y se vea la importancia de estas, siendo un deber ético el difundir evidencia científica real y no conjeturas o elucubraciones de conspiraciones o planes encubiertos de control mundial, en Chile en el año 1920 se inició el proceso de vacunación contra la viruela y se mantuvo ininterrumpidamente hasta el año 1978, dosis que se administraban a los 12 meses y a los 4 años de edad, logrando erradicar en 1950, (27 años antes que el resto del mundo 1977) esta enfermedad de nuestras fronteras.

Actualmente muchas de las enfermedades que mencioné con anterioridad se encuentran controladas, pero lamentablemente, debido a la divulgación de noticias falsas y rumores infundados, el rechazo a la vacunación ha aumentado a nivel mundial, constituyendo una de las diez mayores amenazas a la salud pública identificadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud).

En la Cumbre del Milenio realizada en septiembre del año 2000, los dirigentes de más de 190 países, firmaron por aquel entonces la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, en la cual ratificaron la importancia de las inmunizaciones como una estrategia de salud pública que aporta al bienestar y reduce la morbimortalidad de los seres humanos y aquellos padres que se niegan a vacunar a sus hijos, no solo los privan a ellos de la protección que la inmunización confiere, sino que además aumentan la posibilidad de que la comunidad toda se vea expuesta a contagios, brotes o epidemias.

Felicitaciones a todos los que han hecho posible esta pequeña luz de esperanza, que a pasos agigantados se ha transformado en un faro y esperamos que muy pronto se convierta en un sol que cubra a todos de un mejor mañana, por nuestras familias, por la Patria y por el mundo entero, “Yo me vacuno”.

Susana Verdugo Baraona.

OvalleHoy.cl