InicioultimasOpinión¿Sientes la presencia de Dios en tu vida?

¿Sientes la presencia de Dios en tu vida?

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en
medio y les dijo:
Paz a vosotros.
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
Hemos visto al Señor.
Pero él les contestó:
Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás:
Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomás:
¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto.
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

                                                                                                        Juan 20, 19-3

La experiencia de fe en nuestra vida se da por medio del reconocimiento de Jesús Resucitado.

En este texto vemos que Jesús es el que toma la iniciativa, Jesús entra en medio de sus discípulos que estaban asustados y desconcertados, porque creían haber perdido a su Maestro. Jesús mismo se presenta delante de ellos, les da la paz, les comunica su espíritu, los envía en su nombre a participar de la misma misión que Jesús recibió del Padre, les confiere el poder de perdonar los pecados en su nombre.

Para cada cristiano(a) debe quedar bien claro que la Iglesia se constituye por la iniciativa y fuerza del Señor, no desde el miedo de un grupo de discípulos asustados. No son los discípulos los que determinan en que consiste la misión. Toda la iniciativa es de Jesús Resucitado quien los hace participar de la misión que él recibió de su Padre.

Por eso la fe, más en lo profundo, es una opción que todo ser humano tiene que tomar una decisión en su vida, tiene que decidirse por una interpretación, no podemos permanecer en la neutralidad de los hechos, estamos aquí y morimos.

Esa decisión es un riesgo, nadie sabe, nada se puede demostrar. Solo podemos fiarnos. Creer en Jesús, es optar ante la vida de la misma forma que él, porque nos inspira confianza y queremos creer que él está en lo cierto, y es la verdad.

Estos hombres asustados, se alegraron de ver al Señor, y la presencia del Señor transformó sus miedos y vacilaciones en audacia misionera.

Esta transformación para cada creyente no es un cuento o un lindo deseo. Sino es tan real como sentirse amado, sentirse habitado por Dios, como sentirse perdonado, sanado o enviado en su nombre. Cada cristiano(a) está llamado a constituirse en testigo de la novedad de Dios. Y así hacer parte de nuestra vida lo que Jesús Resucitado nos dice: “Como el Padre me envió, también yo los envió” Y ser testigos de un Dios servidor que entrega la vida y testigos del Señor    

¿Sientes la presencia de Dios en tu vida?

¿Sientes que Jesús Resucitado te llama a ser testigo(a) en la vida donde estás insertó?

¿Qué descubres de novedoso en esta lectura que puede ayudarte a dejar tus miedos de lado?

                                                                 Hugo Ramírez Cordova.

OvalleHoy.cl