Una crecida de los ríos interiores de la comuna de Río Hurtado por la caída en pocas horas de 140 milímetros de lluvia colmaron el embalse Recoleta que comenzó a desbordar sin control por su muro de desagüe hacia el río Hurtado.
Fue tanto el caudal y la presión del agua que eso hizo colapsar un muro suplementario de 220 metros de extensión y 80 centímetros instalado durante los años 2006- 2007 por la administración de esa represa sobre el muro original con el propósito de aumentar su capacidad de embalsamiento.
Sin embargo este muro no resistió la presión en su primera prueba, y se desplomó dando paso a un incremento repentino del agua de los ríos Hurtado y Limarí que pusieron en riesgo la seguridad de pobladores ribereños, causando alarma pública en Ovalle e inutilizó el sistema de captación de agua potable de la ciudad.
Las informaciones entregadas de manera instantánea y caótica a través de las redes sociales, hicieron pensar en un comienzo que era el muro principal del embalse lo que había colapsado, causando inquietud en la población de Ovalle, y no obstante luego fue rectificada, se temió que el caudal del agua pudiera afectar a las poblaciones ribereñas de Ovalle.
Con el correr de las horas se pudo conocer que el volumen de agua evacuado – alrededor de 500 metros cúbicos/segundo – , si bien puso en riesgo a quienes ocupaban y vivían en el lecho del río mismo, no entrañaba peligro para las poblaciones más cercanas a la ribera, como se temió en un comienzo .
En las horas siguientes fue cuestionada la oportunidad y la calidad de las obras de construcción de este muro adicional que con sus 220 metros de extensión y 80 centímetros de altura, permitiría adicionar alrededor de 5 millones de metros cúbicos al embalse para el riesgo. Esto como paliar la pérdida de capacidad de almacenamiento por la acumulación de sedimento en el fondo de la represa.
A su vez Guillermo Farr, en aquel entonces, director de la Asociación de Canalistas del Embalse Recoleta, sostuvo que no se trató de problemas estructurales en la construcción del muro colapsado, “sino que fue la magnitud de las lluvias, En este evento cayeron 130 milímetros en 48 horas, lo que cae en un año completo y lamentablemente eso nos afectó”.
Afirmó luego que el agua que se desbordó por el Embalse Recoleta no había sido causa para generar alarma pública ni la evacuación de la zona baja de Ovalle, porque bajaron 500 metros cúbicos y la caja del Río Limarí tiene una capacidad que supera los 2.500 metros cúbicos, con el apoyo de protección de las defensas fluviales.
Lo cierto es que en esa oportunidad – 12 de mayo de 2017 – se vivieron horas de gran temor e incertidumbre en especial de familias que residen en poblaciones ribereñas y que en cada gran temporal viven con un ojo puesto en el río Limarí.
La paradoja con este año 2021 en el que hasta esta fecha no ha caído un solo milímetro de agua lluvia.
