Una de las inquietudes permanente en nuestra región, tiene que ver con la evidente carencia de agua para cubrir todas las necesidades que se presentan y para ello, se han estado discutiendo diversas propuestas de solución.
Con el tiempo hemos conocido varias y mencionaremos algunas, por ser: la Corporación Reguemos Chile, que se conoce como “Carretera Hídrica”, que propone captar, almacenar y transportar por tierra, agua dulce desde el sur de nuestro país, llegando inclusive hasta la Región de Atacama. El método es que un 80% de ella, será en base al impulso propio a través de gravedad, aprovechando las pendientes y el 20% por sistema de estaciones de bombeo. Este proyecto serviría para regar un millón de hectáreas y tendría un costo estimado de US $ 20.400.000 millones.
Otro sistema es el proyecto de Aquatacama que busca generar un “rio submarino”. Este caudal a alcanzaría 43m3/s y se regarían 228.550ha. nuevas, captando agua en desembocadura de algunos ríos en el sur y a través de un sistema de tuberías sobre el lecho marino, copiando lo que se utiliza para el transporte de petróleo, gas o telecomunicaciones, con un costo aproximado de US $ 8.032.000 millones.
Una tercera opción que se vislumbra son las Plantas Desaladoras, que parten del principio de sacar agua extraída del mar, las cuales serán desalinizada e impulsada a los distintos puntos de entrega. Tengo entendido que la instalación de una planta de saladora para obtener 1.200 litros por segundo de agua dulce, tiene un costo aproximado de US $ 250.000 millones (Planta en Atacama).
Conversando con un gran académico, científico y con merecidos reconocimientos en el extranjero, me refiero a don Eduardo Rozas Elgueta, me interioricé sobre un Proyecto denominado “Aguas para Chile por Geo Termia”, el cual lo encuentro muy innovador e interesante y con un costo estimado de solo US$ 40.000 millones, lo cual es muy inferior a los otros y podría ayudar a resolver el déficit general de agua que nos aqueja por diversos factores. Para concretar esto, es necesario que el Estado esté dispuesto a escuchar y darle el vamos al proyecto, más el aporte del sistema privado que también serían los beneficiados, desde ya nos comprometimos a difundir y buscar apoyos dentro de la región y sí es posible a nivel nacional.
Finalmente hacemos un llamado a quienes tienen responsabilidades no solo en el ámbito hídrico sino también en otras áreas, a visualizar una alternativa que se ve viable y de un costo ínfimo comparado a las otras que mencionamos en este escrito.
Octavio Álvarez Campos