Estamos contentos como integrante de la Agrupación Conciencia Ecológica el haber tenido la oportunidad de hacer participe a las autoridades regionales y comunales de las inquietudes y propuestas que buscan colocar en valor este pulmón verde, vital para la comuna de Coquimbo, que por años ha sufrido el abandono y destrucción por gente inescrupulosa que han hecho mal uso de él.
El trabajo realizado allí ha sido principalmente por voluntarios, organizaciones ambientales, instituciones educativas del sector (Escuela Especial Jean Piaget, Escuela Diferencial Juan Sandoval Carrasco, Carrera de Maquinaria Pesada del CEDUC), Centro de Estudios Científicos CEAZA y más, el apoyo del Municipio local y del ex gobierno regional hoy Delegación Presidencial que se graficó en diversos aportes (“Sendero del Corazón”, bancas de pallet, plataformas de observación interactivas) y desde la entrega del comodato en limpiar y mejorar el sector con el fin de ir recuperando el humedal en beneficio de la bio diversidad y de la comunidad que pueda disfrutar de este pulmón verde.
Es sorprendente del daño que se le provoca regularmente al humedal por parte de ciudadanos inescrupulosos que van a destruir, botar escombros y basuras. Recordemos que hace poco se realizó una jornada de limpieza con aportes de voluntarios, empresa privada y pública, donde se retiraron más de 400 toneladas de basura y se removió un sector en donde se construyó “el mirador de Baquedano” y con ello, se recuperó como una hectárea de terreno, restaurándose dos pequeñas lagunas. Pero hoy nuevamente hay acumulación de desperdicios y escombros en el mismo sector.
De allí, que se conversaron propuestas como ser: un cierre perimetral entre la línea férrea y calle Maipú, instalación de cámaras de vigilancia, recuperar las obras destruidas, que el municipio haga efectivo el Decreto Exento N°1002 del 31 de mayo de 2018, que aprueba “La ordenanza comunal para la protección de humedales” que asegura los comités de protección de humedales y con ello, se asegura el equilibrio público-privado en la toma de decisiones y por último se propuso apoyar presupuestariamente diversos estudios para mantener un constante monitoreo de la variabilidad ambiental del cuerpo de agua de nuestro humedal.
Tenemos fe y esperanza que las nuevas autoridades comunales de Coquimbo entiendan que este humedal, pulmón verde de nuestra comuna, es vital para la supervivencia humana, por ello, debe protegerse, mantener sus características ecológicas y no seguir quitándole espacio y dañando su accionar como lo es, entre otros, el “muro” de la costanera o la avenida Italia proyectada.
Octavio Álvarez Campos