Adiós ESI

Los últimos meses, cientos de padres, abuelos, tíos y personas preocupadas en general por los más pequeños de la casa, habíamos mantenido nuestra alma en un hilo, pero gracias a Dios primó la cordura por una vez desde hace tiempo en la mayoría de nuestros parlamentarios y el proyecto conocido como “Educación Sexual Integral” en adelante ESI, no alcanzó el quorum necesario para aprobarse.

La famosa ESI, no era más que un adoctrinamiento en ideología de género y que derivaba en una hipersexualización de los niños desde la sala cuna hasta las aulas universitarias, siendo esta sólo una forma específica y particular de hablar que tiene pretensiones científicas (y en eso se queda, sólo en una pretensión, porque no tiene ningún sustento científico) con un claro enfoque en el adoctrinamiento en ideología de género, ya que buscaba que los niños experimentaran con su sexualidad, incluyendo dentro de ello su orientación sexual, “empujándolos” a cuestionar su “identidad de género” y que exploraran el ejercer su “derecho a elegir” si querían ser hombre o mujeres a través de métodos de enseñanza gráfica y explícita diseñada para cambiar las normas sexuales de la sociedad, a través de la exploración entre los pares, tocamientos, caricias, cambios de rol, etc. Lo que hubiese llevado a un comportamiento de alto riesgo.

Más cuando debemos tener en consideración que esto se promovía desde la más tierna infancia, con el afán de “deconstruir” la familia, el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos, en otras palabras casi como una “expropiación” de nuestros niños, en donde el Estado habría tenido el monopolio de los contenidos de educación sexual, obligando a ponerlo en práctica en todos los establecimientos educacionales, pues no admitía pluralismo, sino una única cosmovisión que sería la del Estado.

Esta Ley no era más que un método de control y dirección social, que buscaba formar un determinado tipo de persona conforme los intereses del Estado. Es por ello que precisamente, este “seudo control de conciencias” debía comenzar desde la edad más tierna cuando las mentes de los niños están en formación y aún es maleable y más “fácil y sencillo” de hacerles preconcebir una idea, puesto que en un adulto no sólo sería más trabajoso sino que también existe la alta probabilidad de fracasar. 

Los resultados de la aplicación de esta Ley aplicada en países como Argentina, Canadá, España, entre otros, están a la vista, con resultados espantosos para nuestros hijos y tal como en esos países en Chile tanto la UNESCO, UNICEF, ONU, no han estado lejos y ajenas a la promoción, participación y colaboración, así como la Corporación MILES, que buscan a través de reformas educacionales introducir esta “herejía”.

Para finalizar y sólo con el fin de darle el contexto histórico que esto merece, pues los precursores de esta ley, los podemos situar en el año 1919, en el régimen comunista húngaro de Bela Kuhn y en su Comisado de la Cultura George Lukács, quienes fueran los fundadores de la Escuela de Frankfurt y que al igual que Gramsci, en su momento consideraron que el obstáculo que tenía el marxismo para implantarse en la comunidad, se debía a la cultura occidental, cuyos pilares eran y son la familia, el cristianismo y las tradiciones, por lo que debían “hacerse cargo” de desintegrar, promoviendo como primera medida la implementación de un programa de educación sexual, el que animaba a los niños a rebelarse contra la autoridad de sus padres e ignorar los preceptos morales, ¿les suena parecido a lo que ocurre desde hace un buen tiempo en Chile?, desgraciadamente es lo que el socialismo, el comunismo y toda la rama de la izquierda han promovido para implantar su cosmovisión totalitaria, sin embargo nos unimos en oración miles de padres y abuelos exigiéndole a los parlamentarios los cuales tienen la obligación de representar nuestras ideas y no las propias o de sus partidos políticos por lo que debían de rechazar esta “pedofilia legal” por lo que los invito a estar muy atentos a estas legislaciones a espaldas de las familias mientras hacen cortinas de humo distrayéndonos con planes conspiracionales y show mediáticos acusando a Ministros, a Carabineros, y otras autoridades  que si han hecho su trabajo en forma responsable y profesional, pero que a pesar de ello debemos vigilar que los proyectos de ley sean de cara a la gente ya que hay grupos que buscan  destruir a la  familia la cual es el núcleo de la sociedad lo cual ya está  consagrado en la actual constitución en el artículo 1 inciso segundo que defenderemos con mucha fuerza y sin miedo por nuestros niños y la familia. 

Susana Verdugo Baraona. 

OvalleHoy.cl