InicioSociedadEducaciónAguas grises: ¿alternativa al agua potable?

Aguas grises: ¿alternativa al agua potable?

Hacer de la re-utilización del agua de los lavamanos algo normal en nueve escuelas de la Región es el objetivo de una fundación en la zona para luego replicarlo a gran escala y preparar al país para el nuevo escenario hídrico.

¿Será posible que el agua que sale sucia de los lavamanos se pueda reutilizar para el riego sin que haya riesgo sanitario? Se puede convertir la reutilización de dichas aguas grises se vuelva algo tan natural como usar el agua de la llave para los estudiantes?

Son los dos desafíos que desde hace un tiempo está desarrollando la Fundación Un Alto en el Desierto y la Universidad Católica de Chile, que lideran el proyecto de transferencia tecnológica en nueve escuelas públicas de enseñanza básica y media en ocho comunas de la región de Coquimbo: Ovalle, Andacollo, La Higuera, Río Hurtado, Punitaqui, Combarbalá, Monte Patria y Los Vilos.

La respuesta a la primera pregunta planteada fue resuelta por la Escuela de Química de la PUC que llevó investigaciones durante todo el 2018, mientras que para responder la segunda el Instituto de Geografía y la Fundación trabajan mano a mano con el Liceo Politécnico de Ovalle, que luego de ser capacitado por el equipo PUC en mayo de este año será encargado a su vez de instalar los filtros y capacitar cada una de las escuelas participantes a partir de junio. De ahí, los estudiantes elegirán cual uso le darán al agua filtrado según las necesidades de su escuela: reforestación de patio, cultivo de frutales, etc. 

Foto: cedida

El proyecto se inscribe en los lineamientos de la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos 2012-2025, que busca entre otros estimular una cultura de conservación del agua dentro de la población. La Región de Coquimbo en particular enfrenta una presión muy alta sobre sus recursos hídricos: déficit hídrico de un 50% (GORE Coquimbo, 2015); 4 de las 9 cuencas del país en situación de “alto riesgo” están ubicadas en la Región (Fundación Chile, 2018). 

La colaboración entre la casa consistorial y la Fundación tiene una larga historia en la región, pues desde el 2011, son en total casi 30 escuelas que han sido parte de un programa de educación ambiental en que mas de 40 ayudantes PUC han participado. 

El proyecto FIC-R Aguas Grises de este año se demarca por el fuerte componente científico y la participación directa de los académicos en el desarrollo del proyecto en terreno. Dr. Rafael Sánchez, Jefe de Pregrado del Instituto de Geografía y Director del proyecto, destaca “el fuerte compromiso público de la Universidad, apoyando e incentivando proyectos que busquen dar soluciones concretas a problemáticas de nuestro país”.

Cabe destacar el protagonismo del Liceo Politécnico de Ovalle, cuyos estudiantes, además de ser los encargados de la instalación de los filtros en cada una de las escuelas participantes, desarrollaron un prototipo de panel foto-voltaico móvil para expulsar el agua hacia los filtros y los estanques de manera totalmente sustentable, es decir, sin usar bombas eléctricas tradicionales. Hernán Toro, Profesor y Jefe de la especialidad de Montaje industrial del Liceo Politécnico de Ovalle, destaca que “como institución, estamos trabajando para tener la certificación medio ambiental”. Agrega que “llevamos varios años haciendo proyectos medioambientales y ya tuvimos experiencias de acercamiento con otras instituciones ambientales para crear espacios de recuperación de agua”.

Son pocos los ejemplos de reciclaje de agua gris llevados afuera del propio hogar, tanto a nivel mundial como nacional. Si bien en Chile existen algunos casos de escuelas reciclando agua gris, el proyecto que se está llevando en la 4° Región se caracteriza por la participación directa de la comunidad. Nicolás Schneider, Fundador de Un Alto en el Desierto, explica que “el filtro es una co-creación entre el Liceo y los científicos de la PUC. Los estudiantes y profesores aportan con ideas, experimentan y construyen, tanto el filtro como la infraestructura asociada”.

Agrega que “esto permite dejar «capacidad instalada» en la comunidad afectada, con el objetivo de que, en un futuro, los estudiantes que participaron de este proyecto, sean capaces de proponer, diseñar y construir un filtro de aguas grises”.

Hernán Toro remarca que “esperamos todo de ese proyecto, crear una real conciencia dentro de la comunidad educativa y que esto pueda ser replicable en cada uno de los hogares y de las localidades de donde provienen nuestros estudiantes”.

Por Equipo OvalleHOY.cl

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