Señor Director:
En los últimos 16 años hemos sido testigos de las sucesivas iniciativas promovidas por el Estado de Chile para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos que más lo requerían y lo requieren hoy. Entre estas -a mi parecer- las más importantes son la Pensión Solidaria de Vejez (PSV), dirigida a las personas de 60 y 65 años, o más, que carecen de ahorro previsional garantizado; y el Aporte Previsional Solidario de Vejez (APSV), para quienes tienen hoy pensiones de bajo monto.
Sin embargo, hay una omisión inexplicable en relación con el Aporte Previsional Solidario de Vejez (APSV). Actualmente, los exonerados políticos y los pensionados por la Ley Rettig y Ley Valech tendrían en teoría derecho a recibir este beneficio, pero en la práctica quedan incomprensiblemente fuera de esta conquista.
La Ley sí corre a favor de las personas que jubilaron de acuerdo con la Ley 3.500 (AFP) y que tienen bajas pensiones, lo que es muy bueno; pero es muy injusto que se excluya a las personas que hoy solo tienen una pensión de gracia como las señaladas.
No hay razones válidas que justifiquen esta injusticia. Si el poder legislativo se ha preocupado de ir en apoyo de quienes hoy lo están pasando mal, ¿por qué esta omisión?
Señor Director, en el contexto de las acciones que el gobierno y el parlamento están debatiendo para ir en apoyo de los chilenos y chilenas que lo están pasando mal a causa de la pandemia, ¿no le parece a usted que sería digno de reconocimiento que se pensara en remediar este caso?
Oscar Ortiz C.
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